Fe y Alegría alerta sobre la gravedad de dejar a ongs sin financiamiento
Fe y Alegría Org. alertó al país la necesidad de que las organizaciones no gubernamentales sigan operando tal y como lo están haciendo en medio de la crisis social en Venezuela, ante la posibilidad de que el régimen sancione una ley que regula su financiamiento, como lo ha dicho el jefe político del Psuv, Diosdado Cabello.
La organización que tiene 178 escuelas en todo el país padece la crisis económica actual, y no puede depender del Estado o de los aportes de representantes que muchas veces no tienen ni para comprar alimentos. Sin embargo, los arreglos de muchas instituciones se han hecho porque algunos padres han puesto su mano de obra porque saben que de ellos depende la formación académica de sus hijos.
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Luisa Pernalete, coordinadora Educación para la Paz, dijo una cifra preocupante, y es que Fe y Alegría ha perdido casi a la mitad de su personal. “Actualmente Fe y Alegría tiene 4.845 docentes, se ha perdido el 43 por ciento del personal y por eso nos multiplicamos para atender 94.450 alumnos que es la actual matricula, que va desde prescolar hasta la media general”.
Cuando se le preguntó al padre Luis Ugalde cómo calificaba él la actual situación del sector educación dijo: “Si fuera medico diría que el enfermo está en agonía, y como son muchos los enfermos muchos ya perdieron el futuro”.
Confesó que se sintió “alarmado” ante la noticia de la regulación de las oenegés. “Esto es un intento que no es el primero, en donde las dictaduras como en Cuba, existen las oenegés en tanto y en cuanto el Estado les da permiso. En Nicaragua se han hecho una serie de barbaridades y están combatiendo las oenegés que son modelos; se busca que toda la población dependa del grupo que está en el poder”.
A su juicio, las oenegés en Venezuela, como Fe y Alegría, “significan organización no gubernamental; no antigubernamentales, atentar contra ellas es como si con un machete te cortaran el brazo, las comunidades deben actuar colectivamente y no en un sálvese quien pueda. Fe y Alegría nació en Catia cuando se percibió un grave problema de que los niños no sabían leer; las comunidades pudieron llamar al Ministerio para que atendiera el problema”.
Por último espera que exista en el gobierno gente “sensata, con experiencia, que viene de oenegés y que vea que hay muchas iniciativas que pueden morir porque si mueren muere el país. Espero prevalezca la sensatez y no sean controladas sino fomentadas porque es promover la creatividad que es lo que nos hace falta en este momento”.