La celebración argentina termina con la selección festejando por los aires en helicóptero
Lionel Messi y la selección argentina campeona del mundo terminaron este martes su caravana de celebración con un sobrevuelo en helicópteros sobre Buenos Aires, ya que no lograron llegar hasta el Obelisco porque se encontraban más de 5 millones de aficionados esperando en las calles y no lograron cruzar.
Entre cánticos, gritos, arengas y bailes los argentinos salieron a las calles y esperan recibir a los jugadores en el Obelisco, un ícono de las celebraciones futboleras en el país.
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Al cabo de casi cinco horas de recorrido en un autobús descapotable que se movía lentamente, los jugadores renunciaron a proseguir por tierra su trayecto que había comenzado en el predio de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) en Ezeiza, periferia de Buenos Aires.
Como se tenía previsto el recorrido era de la siguiente manera: Ezeiza - Autopista Ricchieri - Dellepiane - Autopista 25 de Mayo - Avenida 9 de Julio - Avenida del Libertador - Avenida Figueroa Alcorta - Libertador- Avenida General Paz - Ricchieri - y otra vez al predio.
Sin embargo, un par de aficionados se tiraron desde un puente hacia el vehículo donde se transportaban los futbolistas. Uno de los aficionados, según se puede apreciar en el video, logra caer dentro del bus. El otro aficionado, para su desgracia, no calculó bien el movimiento de la caravana y siguió de largo.
Justo después de este hecho, los argentinos decidieron festejar desde el aire.
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Apenas se supo sobre el uso del helicóptero, miles de personas que esperaban en el centro de Buenos Aires corrieron hacia la Plaza de Mayo pensando que aterrizarían allí para asomarse desde el balcón de la Casa Rosada, sede de la presidencia, como hicieron en el pasado los campeones de México-1986 y de Argentina-1978.
El recorrido finalmente fue solo aéreo. Al final de la tarde, Messi y Ángel Di María volaron en un avión privado a Rosario, su ciudad de origen, junto con Paulo Dybala. ‘La pùlga’ y ‘el fideo’ tomaron luego un helicóptero para ir al barrio privado en el cual tienen casa, a las afueras de Rosario.
