Fluminense se coronó campeón, por primera vez, de la Copa Libertadores tras derrotar a Boca Juniors 2-1 en el tiempo complementario
Con goles del argentino Germán Ezequiel Cano y del brasilero John Kennedy, Fluminense se coronó por primera vez en su historia como campeón de la Copa Libertadores tras vencer 2-1 a Boca Juniors, quien buscaba su séptimo trofeo en este certamen.
Fluminense era el único equipo grande de Brasil que no había conseguido una Copa Libertadores para sus vitrinas. En 2008 había llegado a la final del torneo, pero cayó ante Liga de Quito en la vía de los penaltis tras igualar 5-5 cuando todavía se jugaba con final de ida y vuelta.
El primero del partido llegó al minuto 36 de la primera parte, cuando Cano recibió el famoso s’ase de la muerte’ de parte de su compañero Keno y se la cambió de palo al portero Sergio Romero, abriendo la cuenta para el ‘Flu’.
La primera mitad se fue así y en el segundo tiempo, los ‘xeneizes’ salieron a presionar y a buscar el partido, ya que los primeros 45 minutos hubo un total dominio brasilero, y en los pies del peruano Luis Advíncula, quien sacó un remate fuera del área y la mandó a guardar en el arco del arquero brasilero Fabio, llegó la igualdad al minuto 72.
Así se terminaron los 90 reglamentarios y llegó el tiempo complementario, dos tiempos de 15 minutos, en el que podían buscar la victoria o si no irían a la definición desde el punto penal. El brasilero John Kennedy evitó llegar a la última instancia tras recibir un pase de Keno de cabeza y sacar un latigazo imposible para Romero y así llegó el gol de la victoria al minuto 99.
Kennedy se fue a celebrar con la tribuna, lo que no está permitido en el reglamento de la FIFAA, por lo que recibió tarjeta amarilla, ya tenía una y se fue expulsado. Sin embargo, el hombre de más a Boca solo le duró cuatro minutos, pues el colombiano Frank Fabra golpeó a un rival en la cara, el árbitro del partido Wilmar Roldan acudió al llamado del VAR y le sacó la cartulina roja.
Fluminense aguantó hasta el final la volcada de los argentinos en busca de la igualdad, el árbitro Roldán pitó el final del partido y comenzaron las celebraciones por obtener el tan anhelado título de la Copa Libertadores que ya se le había escapado de las manos.