Continúan las versiones del equipo médico sobre la muerte de Maradona
Este viernes se presenta ante la Fiscalía argentina la declaratoria del coordinador del equipo de enfermeros, Mariano Ariel Perroni de 40 años, uno de los encargados de velar por la salud del exfutbolista Diego Maradona durante su internación domiciliaria en las afueras de Buenos Aires.
Perroni sería el tercero de los siete involucrados en declarar luego de los dos enfermeros que eran encargados del cuidado diario de Maradona, Ricardo Almirón encargado nocturno, el lunes, y Dahiana Madrid encargada diurna, el miércoles.
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Los fiscales del caso atribuyen a Perroni haber tenido "pleno conocimiento de lo que se hacía y de lo que no, en especial del manejo de los enfermeros para con el paciente", así como de haber asentado "deliberadamente" en las planillas de atención "información que no coincidía con el real estado y atención médica que Diego recibía.
También le atribuyen haber demostrado "un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia".
Al inicio de las investigaciones, Perroni dijo que su función era unicamente administrativa, pues solo llevaba el control de asistencia de los enfermeros, solicitaba informes del cambio de guardia y otras cuestiones en cuanto a la organización del personal.
Esas pLanillas eran entregadas a Nancy Forlini, coordinadora del tratamiento por parte de la empresa Swiss Medical, que también es sospechaso y está citada a declarar el próximo lunes.
En las declaraciones pasadas, los enfermeros aseguraron que la casa alquilada para tratar a Maradona no contaba con los aparatos ni el equipamiento necesarios para atender a una persona con cardiopatías y aseguraron que no se les advirtió que Maradona sufría cardiopatías y se les había ordenado no despertarlo ni molestarlo.
Ambos apuntaron a "la responsabilidad de los médicos tratantes", en alusión al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Dïaz, los otros tres sospechosos por la muerte de Maradona que deben declarar también ante la fiscalía de San Isidro en audiencias previstas hasta el 28 de junio.
Las siete personas son acusadas por supuesto "homicidio simple con dolo eventual", un delito que supone una pena de 8 a 25 años de prisión, el cargo se aplica a una persona que no modifica su accionar determinado pese a tener elementos como para saber que ese accionar puede tener un desenlace fatal.
Redacción NTN24 / Información AFP
