"Ahora vamos a empezar a aplaudir a perros robot": críticas de aficionados a máquina que trajo las pelotas en torneo de tenis de Madrid
La entrada de un perro robot a las canchas del complejo en donde esta semana se juega el Masters 1.000 de Madrid no cayó bien entre varios de los aficionados al tenis.
El aparato entró a una de las pistas con dos tarros de bolas atenazados y se dirigió hacia el juez quien recibió el pedido. La escena se continuó con una lluvia de aplausos que se escuchó desde la tribuna y la retirada de la maquina que semejó a un perro.
"Ahora vamos a empezar a aplaudir a perros robot", ironizó uno de los aficionados en los comentarios de la publicación del video que fue hecha, este viernes, por el reconocido canal TennisTV.
Otro aficionado consideró que “este torneo de Madrid se ha vuelto más extraño y distópico cuanto más dura”.
“Que barbaridad más grande, ya comenzó la estupidez en el Tenis y obligaban a los pasadores a aplaudir este absurdo”, comentó otro seguidor.
Pese a los duros comentarios, la publicación contó con más de 25 mil “likes” de personas a las que seguramente les causó gracia el contenido.
En el plano deportivo, tras la jornada de este viernes, quedaron definidas las finales del campeonato tanto en el cuadro masculino como en el femenino.
El ruso Andrey Rublev, número ocho del mundo, buscará su primer título del Masters 1000 de Madrid ante el canadiense Félix Auger-Aliassime, que se metió en la final tras el abandono por lesión de su rival checo, Jiri Lehecka.
El partido de semifinales entre ambos apenas duró media hora, lo que tardó Lehecka, verdugo de Rafael Nadal en octavos, en notar unas molestias en un giro y marcharse al vestuario con el médico por ese problema en la parte baja de la espalda, con el partido 3-3.
El checo, de 22 años, volvió después de ocho minutos, pero apenas pudo completar tres puntos más del séptimo juego, antes de caer de rodillas sobre la tierra batida de la Caja Mágica.
"Me siento mal por Jiri, por el torneo, incluso por mí", dijo Auger-Aliassime tras el partido, pese a saberse en su primera final de un Masters 1000.
El canadiense, número 35 del mundo, ya había llegado a la semifinal sin tener que jugar los cuartos, después de que su rival, el número dos del mundo, Jannik Sinner, se retirara por una lesión en la cadera.
En el cuadro femenino, la bielorrusa Aryna Sabalenka se enfrentará en la final a su más grande rival, la polaca Iga Swiatek, este sábado.