Inicia noviembre y habrá lluvia de estrellas Leónidas: fechas, lugares y recomendaciones para ver este fenómeno
Se espera que este año la lluvia de meteoros conocida como Leónidas alcance su punto máximo en la mitad de noviembre, aproximadamente el día 18 de este mes. No obstante, este espectáculo natural será visible desde el 3 noviembre hasta el 2 de diciembre.
Los Leónidas son meteoros brillantes y coloridos. Además, viajan a una velocidad impresionante de 71 kilómetros por segundo, siendo unos de los meteoros más rápidos.
En condiciones normales, la tasa de meteoros suele ser de aproximadamente 15 por hora. Sin embargo, cada 33 años aproximadamente, los observadores de la Tierra pueden presenciar una tormenta de Leónidas que alcanza su punto máximo con cientos de meteoros por hora. Todo depende de la ubicación del observador.
En 1966, los espectadores tuvieron la oportunidad de vivir una espectacular tormenta de Leónidas, donde cientos de meteoros por minuto atravesaron la atmósfera de la Tierra durante un período de 15 minutos.
Fue un espectáculo impresionante, con tantos meteoros cayendo que parecían lluvia. La última tormenta de Leónidas tuvo lugar en 2002.
No solo son conocidos por su cantidad, las Leónidas también se destacan por sus bolas de fuego y meteoros de tipo "rasante".
Las bolas de fuego son explosiones más grandes de luz y color que persisten durante más tiempo que los meteoros promedio. Esto se debe a que provienen de partículas más grandes de material cometario.
Por su parte, los meteoros de tipo "rasante" son aquellos que pasan cerca del horizonte y se caracterizan por sus colas largas y coloridas.
Para disfrutar mejor de las Leónidas, se recomienda buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad o de la calle y comenzar a mirar alrededor de la medianoche hora local.
Los observadores deben orientar sus pies hacia el este, acostarse boca arriba y mira hacia arriba, tratando de abarcar la mayor parte del cielo posible. Después de aproximadamente 30 minutos en la oscuridad, los ojos se adaptarán y podrán verse los meteoros.
Como todas las lluvias de estrellas, las Leónidas también provienen de los restos de cometas o asteroides rotos. Cuando estos cuerpos pasan cerca del Sol, el polvo que emiten se dispersa gradualmente formando una trayectoria de partículas alrededor de su órbita.
Cada año, la Tierra atraviesa estas corrientes de escombros, lo que permite que las partículas choquen con nuestra atmósfera y se desintegren creando las llamativas estelas de colores en el cielo.
Los meteoros que generan los Leónidas se originan del cometa 55P/Tempel-Tuttle. Este cometa tarda 33 años en completar una órbita alrededor del Sol y fue descubierto por Ernst Tempel y Horace Tuttle en 1865 y 1866, respectivamente.
El núcleo del cometa Tempel-Tuttle es relativamente pequeño, con aproximadamente 3,6 kilómetros de diámetro.
Es importante destacar que no es necesario mirar solo hacia la constelación de Leo para observar los Leónidas, ya que son visibles en todo el cielo nocturno.
De hecho, es mejor observarlas lejos del radiante, ya que desde esa perspectiva se verán más largas y espectaculares. Si se mira directamente al radiante, los meteoros serán más cortos, esto se debe a un efecto de perspectiva llamado acortamiento.