Presos ecuatorianos se tomaron parte de una prisión en Cuenca para exigir por un "traslado masivo de prisioneros"
Nuevos disturbios han opacado el sistema penitenciario de Ecuador. Esta vez, la toma de una cárcel en Cuenca ha ocupado a las autoridades del país que administra Guillermo Lasso.
Los involucrados: un importante número de prisioneros de la cárcel de Turi en Cuenca (Azuay).
Mientras cometían desmanes en uno de los techos de la prisión, los convictos entregaron una misiva a las autoridades en la que solicitaban el “traslado masivo de los prisioneros”, alegando que el penal atraviesa por una ola de violencia entre bandas y por malas condiciones en materia alimenticia y sanitaria.
Tras la situación, el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) se desplazó desde Guayaquil, para intervenir la cárcel.
Por su parte, el Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) confirmó a través de un comunicado que "en otros centros se generaron incidentes, debido a amenazas de un grupo de delincuencia organizada contra autoridades y funcionarios".
Además, la dirección del SNAI detalló que en la cárcel de Turi "varios funcionarios fueron retenidos por varias horas, lo que agudizó la situación".
“El objetivo de la revuelta es presionar por el traslado de presos ligados a un grupo criminal a otros penales”, es la versión oficial que sostiene el SNAI.
“Se trata de una intimidación y chantaje al Estado ecuatoriano. Debido a ello, la autoridad penitenciaria ya ha presentado una denuncia ante la Fiscalía”, acotó la instancia.
Finalmente, la agencia penitenciaria señaló que entre las amenazas recibidas incluyen posibles "huelgas de hambre, retención de servidores del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria (CSVP) y de funcionarios administrativos".
