Pedro Sánchez pide a los habitantes afectados por el fenómeno meteorológico DANA "quedarse en casa" para evitar mayores riesgos
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, declaró tres días de luto nacional por los muertos y el desastre que ha dejado la DANA en el país y pidió a los habitantes de las zonas afectadas por las mortíferas inundaciones en España quedarse "en casa" para evitar riesgos, ya que el fenómeno meteorológico "continúa".
El dirigente pidió a los residentes "que por favor se queden en casa, que no salgan" porque "ahora mismo lo más importante es salvaguardar el (mayor) número de vidas posible", indicó Sánchez en Valencia, tras visitar el centro de coordinación de las labores de emergencia de esa región.
Sánchez, además, aseguró que su gobierno no dejará "solos" a los siniestrados y pidió a los habitantes de la zona estar atentos porque la emergencia no había terminado.
A su vez, el rey de España Felipe VI también advirtió que la emergencia meteorológica que provocó mortíferas inundaciones en España "no ha terminado todavía" por lo que todavía hay "riesgo".
El evento meteorológico que desató las lluvias tormentosas y ha dejado hasta el momento cerca de 100 muertos, "no ha terminado todavía" y en algunas zonas "hay previsiones todavía de riesgo", señaló en un evento en Madrid el jefe del Estado español, en momentos en que las autoridades siguen buscando desaparecidos, sobre todo en la región de Valencia.
Los equipos de rescate continúan la búsqueda de víctimas de las peores inundaciones registradas en más de 50 años en España, que dejaron al menos 95 muertos y "muchos" desaparecidos.
Las DANA, acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos, son sistemas de baja presión que se producen por diferencias de temperatura y presión en partes altas de la atmósfera lo que desencadena fuertes lluvias.
Más un millar de militares fueron desplegados en el terreno, principalmente en la zona de Valencia, en el este, junto a bomberos, policías y socorristas que intentan localizar eventuales supervivientes y despejar los numerosos destrozos ocasionados por el temporal.
El último balance comunicado por las autoridades reporta 95 muertos, 92 de ellos en la Comunidad Valenciana, la región más afectada. Otros dos fallecieron en la vecina Castilla-La Mancha y un tercero en Andalucía.
Este saldo, el más elevado desde las inundaciones que dejaron 300 fallecidos en octubre de 1973, "va a aumentar" por la cantidad de desaparecidos, admitió la noche del miércoles el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
Este jueves al amanecer, miles de personas continuaban privadas de electricidad en la Comunidad Valenciana, según los servicios de emergencias.
Muchas carreteras continúan cortadas, algunas por la acumulación de vehículos arrastrados por el agua, cubiertos de barro y de escombros. El tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia permanecerá paralizado unas tres semanas más, según el Ministerio de Transportes.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que anunció este jueves una ayuda de emergencia de 250 millones de euros (270 millones de dólares) para los afectados, dijo que en la jornada del miércoles los servicios de emergencias efectuaron "200 rescates terrestres" y "70 evacuaciones aéreas" con helicópteros.