Patrullaje, alcabalas, sobrevuelo de helicópteros y pintas en viviendas de opositores: Venezuela este martes 13
Sobrevuelo de helicópteros en Caracas, barricadas cerca de Miraflores, Guardias Nacionales y Policías patrullando en motos, alcabalas del CONAS, vehículos 4x4 del Sebin... es la imagen que se repite en la capital venezolana en las últimas semanas.
Pero en la parroquia 23 de Enero, muy cerca del Palacio de Gobierno, la intención de sembrar el miedo escaló un nivel.
La mañana de este domingo una equis apareció pintada en la fachada de las viviendas de la calle principal del sector La Piedrita, que domina Valentín Santana, jefe de la banda parapolicial que rinde culto al chavismo y a Nicolás Maduro.
Los grafitis fueron hechos con espray negro en paredes, puertas o ventanas de al menos dos docenas de casas.
Nadie quiere hablar, pero todos saben lo que pasó.
La noche del lunes 29 de julio un río de gente bajó en esa misma calle tocó cacerolas gritando consignas en contra del fraude electoral. El opositor Edmundo González había ganado en esa parroquia pero el presidente del CNE, Elvis Amoroso proclamó a Maduro como triunfador.
Dos semanas después, el CNE no ha publicado el detalle y la totalidad de los votos.
A diferencia de procesos electorales anteriores en los que la oposición ha sido declarada como perdedora, esta vez el robo incluyó a los barrios, esos que fueron bastión chavista y que daban la ventaja al PSUV durante el remate de cada jornada.
"Es que aquí la gente se hartó": comenta un vecino del 23 de Enero que esquiva la mirada y se niega a dar su nombre.
La "Operación Tun-tun", que persigue a los que protesten contra Maduro también se hizo sentir aquí. Hoy día el "sapeo" entre vecinos se ha institucionalizado en todo el país; delatar a opositor es un mandato y ganas la simpatía del opresor.
Los vecinos creen que son decenas, cientos, los que quedaron tras las rejas después de las intensas protestas contra el fraude. Desde que se hizo la última redada todos se cuidan de eliminar conversaciones, memes, y "estados" contra Maduro.
Nadie toma fotos, nadie confía.
Nicolás Maduro ordenó imputar "terrorismo" a los detenidos.
Además ordenó a sus seguidores desinstalar la aplicación de mensajería instantánea WhatsAPP, prohibió la red social X por diez días, bloqueó los portales informativos y arremetió contra TikTok por cerrarle la cuenta.
Todos los proveedores de internet presentan intermitencia y lentitud debido al bloqueo de la estatal de telecomunicaciones CANTV, y las personas intentan familiarizarse con VPN para poder conectarse a las redes de información.
Según el Foro Penal, que da asistencia gratuita a las víctimas de detenciones arbitrarias, hay 1.393 arrestados, identificados y verificados, en todo el país. 117 tienen entre 14 y 17 años de edad, 14 son indígenas y 17 tienen discapacidad. Además ha 182 mujeres detenidas.
Este martes se prevé que la Asamblea Nacional, de absoluto control chavista, avance en el diseño de una "Ley contra el Odio y el fascismo", en la que cualquier expresión contra el régimen puede tipificarse como delito que se paga con cárcel.
La calma que proclama Maduro no es más que un silencio de supervivencia lleno de rabia.
