Murió testigo de mesa detenido un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela: familiares habían denunciado su estado de salud
Jesús Manuel Martínez Medina fue detenido en el municipio Aragua, del estado Anzoátegui el 29 de julio, un día después de las elecciones presidenciales.
Había sido testigo de mesa electoral por parte del equipo del candidato Edmundo González Urrutia, y uno de los colaboradores en resguardar las actas que comprarían el triunfo de la oposición.
Fue buscado por agentes de orden del régimen en su casa y sacado a la fuerza.
Luego de que sus familiares confirmaran su detención advirtieron a las autoridades que tenía serios problemas de salud por diabetes tipo 2 y una falla cardíaca.
Con el encierro, la falta de atención y la tortura su condición se fue empeorando y no recibió los cuidados necesarios en manos de sus custodios.
Durante su encarcelamiento empeoraron los abscesos en la piel de sus piernas.
Tras su evidente gravedad fue llevado al hospital Luis Razzeti de Barcelona, estado Anzoátegui, donde tampoco fue debidamente atendido.
El dirigente Eduardo Batistini informó que en las últimas horas su familia fue informada de lo peor: "Manolito" murió bajo custodia del Estado.
"Literalmente lo están matando. No lo dejemos morir", había dicho su madre.
Elisa Trota lamentó la muerte y responsabilizó al régimen.
"Su "delito" fue defender la democracia, y por ello pagó el precio más alto.
Este doloroso suceso refleja el brutal terrorismo de Estado en Venezuela, donde la dictadura persigue y castiga la verdad con el propósito de silenciar cualquier esperanza de cambio. Jesús es una víctima más de un terrorismo de Estado que debe ser repudiado por el mundo entero. Sin medias tintas".