"Mami, yo me quiero morir": el llanto desesperado de Aliángel Rodríguez, un menor de edad detenido por la dictadura venezolana
Desde Valencia, Carabobo, María Alejandra Botello relató que el pasado 29 de julio su hijo fue capturado por unos hombres uniformados, luego de que saliera de casa a ver unos fuegos artificiales en compañía de amigos y vecinos.
A partir de ese momento, comenzó una dolorosa prueba que aún no termina para esta familia. “Mi hijo no es un terrorista, es un deportista”, aseguró con desesperación María Alejandra en el programa La Noche de NTN24, donde también le envió un mensaje a Nicolás Maduro: que tenga compasión con su hijo y le permita la excarcelación como sucedió en días pasados con otros menores de edad.
Su hijo menor, según contó, permaneció tres días desaparecido, pese a que lo buscó en diferentes lugares incluyendo estaciones de policía, nadie le daba razón de su paradero. Hasta que finalmente fue notificada de que su hijo estaba en poder de las autoridades. "Ese día que lo vi no lo reconocí por la fuerte golpiza que le habían propinado, tenía la cara inflamada y una pierna casi que fracturada".
“Aliángel es mi trozo de vida”, afirmó con la voz entre cortada esta mujer, que en la actualidad no tiene empleo y que debe ingeniárselas con trabajos adicionales o el buen corazón de otros para poder llevarle comida a su hijo en las visitas que le permiten a la semana en el centro de detención donde está recluido.
Sumamente preocupada por la salud de su hijo, manifestó además que una policía del centro de detención le dijo días atrás que él no debería estar ahí por su condición, sino en un centro especializado debido a las enfermedades que padece.
Madre e hijo han sido muy unidos y en medio de la separación que sufren en la actualidad, Aliángel se las ingenia para escribirle mensajes de amor en trozos de cartón o de icopor. Ella intenta ser fuerte, pero queda doblegada al ver cómo la salud emocional y física de él se ha ido aminorando.
“Él no es el mismo niño, cuando lo voy a visitar, veo en su mirada que está como perdido. Me ha dicho mami, me quiero morir”. Ella señaló también que su hijo se pregunta una y otra vez por qué está ahí, hasta cuando estará y qué es exactamente ser terrorista, porque ni siquiera alcanza a imaginar lo que significa esa palabra. También hizo énfasis en que a su hijo le gusta el deporte y practica boxeo.
Con llanto y desesperación imploró en la entrevista que concedió que su hijo sea liberado como lo han hecho con otros menores de edad.