Guillermo Lasso decretó autorización para el porte de armas para defensa personal en Ecuador
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, hizo un sorpresivo anuncio durante la noche del sábado con tres medidas para combatir la creciente inseguridad en el país.
En la alocución transmitida en televisión nacional, el Ejecutivo decretó estado de excepción en la zona 8 de la provincia de Guayas, es decir, en Guayaquil, Sanborondón y Durán, y en las provincias de Santa Elena y Los Ríos.
Esta medida aplica desde este domingo entre las 01:00 y 05:00 (hora local).
Asimismo, el presidente Lasso anunció la autorización para el porte de armas para defensa personal:
“Hemos modificado el decreto que permite la tenencia y el porte de armas, es decir, en términos generales: se autoriza la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal, de acuerdo con los requisitos de ley”, dijo.
Del mismo modo, Lasso ordenó la autorización del uso de “aerosoles de gas pimienta para defensa personal”.
"Tenemos un enemigo común: la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado", agregó el mandatario que preside el país desde 2021.
Aunque la medida ya empezó a regir, el presidente no fue claro en la duración de la misma, se cree que será habitual durante los próximos meses, pues el año pasado se decretó estado de excepción en tres ocasiones en Guayaquil.
El anuncio ha generado diversas opiniones en los sectores políticos oficialistas de oficialismo y oposición en Ecuador. Una de las primeras reacciones fue la del expresidente izquierdista Rafael Correa, quien criticó la medida y lanzó fuertes señalamientos contra Lasso:
"Porte de armas. Nos siguen hundiendo, por ineptitud y soberbia de no reconocer las políticas anteriores que tanto éxito tuvieron, sin armas pero con capacidad y desarrollo humano", dijo.
Este mensaje llega apenas días después de que la Corte Constitucional del país diera luz verde para que la Asamblea Nacional para que lleve adelante el proceso de censura en contra el mandatario, acusado por la oposición de peculado y concusión.
Lasso sobrevivió en junio pasado a un intento del Legislativo para cesarlo en medio de unas movilizaciones sociales.
En esa ocasión los diputados no reunieron los votos necesarios. Para destituir a un mandatario se necesita la voluntad de 92 de los 137 asambleístas (dos terceras partes) del Legislativo.