Batallas entre familias de políticos que ponen en riesgo hasta la seguridad nacional

En 1992 el presidente brasileño Fernando Collor de Mello se vio obligado a renunciar a la presidencia ante cargos de corrupción. La primera persona en delatarlo fue nada más y nada menos que su hermano menor, Pedro. El mandatario respondió demandando a su hermano por difamación. Y el escándalo llevó a masivas protestas exigiendo su renuncia. Esta no sería ni la primera, ni la última vez que un conflicto entre parientes sacude a un país. En este reportaje viajamos de Francia a Perú a Estados Unidos explorando las disputas familiares de los poderosos y sus preocupantes consecuencias mucho más allá de sus hogares.