Balacera en Ecuador acabó con la vida de cuatro personas entre las que se encontraba un niño
La Policía de Ecuador informó el pasado jueves en horas de la noche que un tiroteo registrado en Guayaquil acabó con la vida de cuatro personas, entre ellas un niño de 11 años.
Además, el bloque de seguridad detalló que el tiroteo dejó seis heridos, entre los cuales hay dos niñas, de siete y cinco años.
Al tiempo, la fuerza del orden público recordó que Guayaquil sigue siendo una de las ciudades más violentas y golpeadas por el narcotráfico.
El coronel de la Policía ecuatoriana Marcelo Castillo, por su parte, mencionó que el ataque se dio como consecuencia de "retaliaciones entre grupos delictivos”.
“Este tiroteo fue ejecutado por organizaciones delincuenciales que actúan con saña (...) ellos llegan y sin mediar palabras disparan a quemarropa", expresó Castillo.
Los presuntos delincuentes, según el reporte de Castillo, “llegaron en autos y motocicletas y abrieron fuego contra un grupo de personas que reparaba motos en las afueras de un taller, en un barrio popular del sur de Guayaquil”.
“En el lugar murieron instantáneamente dos hombres y un niño. La cuarta víctima falleció en un hospital de la región (...) Los atacantes lanzaron disparos al aire mientras huían. Seis personas fueron alcanzadas por las balas, pero su salud es estable”, puntualiza la investigación.
Este hecho deja una vez más en evidencia la inseguridad que atraviesa el país que administra en la actualidad Guillermo Lasso.
Recordemos que el pasado 9 de agosto el país sudamericano vivió uno de los episodios más violentos dentro de su historia contemporánea: el asesinato del candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio.
El crimen sucedió cuando el aspirante a la Presidencia de Ecuador fue abordado por varias personas que, con armas de fuego en mano, le privaron la vida a Villavicencio, mientras este se disponía a subir a su vehículo en medio de una multitud, luego de culminar un mitin en Quito.
Sobre este homicidio, el presidente Guillermo Lasso dijo que “el crimen fue claramente un intento de sabotear las elecciones", pero que los comicios se llevarían a cabo según lo planeado el 20 de agosto, aunque en medio de un "estado de emergencia nacional".
La hipótesis de la Administración Lasso es que la crisis de inseguridad en Ecuador tiene su origen en el crecimiento del narcotráfico en el país y el debilitamiento de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas durante los gobiernos anteriores.