Autoridades en Girona, España, trasladan a decenas de peces de un río asediado por la sequía
En Girona, España, el río Onyar que atraviesa el casco histórico de la localidad catalana, ha quedado “revuelto” este miércoles 26 de abril por un grupo de operarios que, con cubos en mano, intentaban salvar los pocos peces autóctonos.
Esto se produce tras la sequía que golpea Cataluña desde hace varios meses, situación que ha dejado toneladas de peces sacrificados, conforme lo establece la ley.
Según especialistas en la materia, el bajo caudal y la mala calidad del agua del río Onyar, debido a la sequía en Catalunya, ha obligado al Ayuntamiento de Girona a actuar para rescatar los pocos peces autóctonos que quedan.
A través de pequeñas descargas eléctricas aplicadas al agua, los técnicos de la empresa Sorelló lograron aturdir a decenas de peces para atraparlos y retirarlos en bolsas de plástico llenas de agua.
De acuerdo con la directiva de la compañía contratada, el objetivo de la operación fue trasladar a los peces a otro de los cuatro ríos que atraviesan Girona, el Ter, mismo que goza de un caudal algo más generoso.
“Es un plan de salvamento convencional. Usamos la pesca eléctrica porque es la más útil para retirar los peces ante la reducción del caudal y la mala calidad del agua ahora mismo” explicó Quim Pou, director de la empresa Sorelló.
Una vez trasladados al Ter, Pou agregó que, si remite la sequía y el Onyar vuelve a ganar caudal, “no están pautadas labores de reintroducción”.
Recientemente en la mencionada región, el embalse de Sau -pequeña infraestructura hidráulica española construida en el río Ter, situada en el municipio de Vilanova de Sau- dejó una postal alarmante: de ser un imponente lago a ser prácticamente un pantano.
Por ende, la Agencia Catalana del Agua (ACA) dio el aval para que una organización medioambiental retirara los pocos peces que pernoctaban en las aguas del embalse de Sau.
Para Samuel Reyes, director de la Agencia Catalana del Agua, tanto en Barcelona como en diferentes ciudades más pequeñas del noreste de España probablemente se declare una “emergencia de sequía” para setiembre, “a menos que los pronósticos de escasez de lluvias resulten errados”.