A una semana de finalizar la era Trump, Washington permanece bajo estrictas medidas de seguridad
Una semana antes del final de su mandato, el presidente Donald Trump estaba este miércoles a un paso de enfrentar un nuevo juicio político por alentar el asalto al Capitolio que dejó cinco muertos y conmocionó a Estados Unidos y al mundo.
Cuando faltan siete días para la investidura del presidente electo, el demócrata Joe Biden, y a pocas horas de que la Cámara de Representantes vote la acusación contra el mandatario republicano, Washington se encontraba bajo altas medidas de seguridad. El ambiente era tenso, una semana después de la toma de la sede del Congreso por partidarios de Trump el 6 de enero.
Decenas de militares de la reserva pasaron la noche dentro del Congreso. Muchos durmieron en el piso de las salas y corredores, reseñó AFP.
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Bloques de hormigón cierran los ejes principales del centro de la ciudad, enormes barreras metálicas rodean muchos edificios federales, incluida la Casa Blanca, y la Guardia Nacional está desplegada en todas partes.
Los debates en la Cámara de Representantes comenzaron a las 9H00 locales (14H00 GMT). La votación sobre la acusación está programada para alrededor de las 15H00 (20H00 GMT).
Su resultado, que despierta pocas dudas puesto que los demócratas controlan la Cámara Baja, marcará la apertura formal del proceso de juicio político contra Trump, que se convertirá en el primer presidente en la historia del país en ser procesado dos veces en el Congreso.
Las intervenciones de los representantes han sido enérgicas. Trump es un "tirano", lanzó la demócrata Ilhan Omar. "No podemos dar la vuelta la página sin hacer nada", afirmó.
La republicana Nancy Mace dijo que el Congreso debe exigir que el presidente sea responsabilizado por sus actos, pero consideró irresponsable proceder con "precipitación".
Cada día más aislado en su propio bando, Trump intentó el martes minimizar el procedimiento en su contra, describiéndolo como una "continuación de la mayor caza de brujas en la historia de la política".
Pocos días antes de su partida a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde debería comenzar su nueva vida como "expresidente", Trump parece cada vez más desconectado de lo que sucede en Washington.
Ningún representante republicano votó en diciembre de 2019 el "impeachment" a Trump por las presiones a Ucrania para investigar una presunta corrupción de Biden. Y el mandatario salió absuelto del juicio político por el Senado, de mayoría republicana.
Pero esta vez, cinco legisladores ya anunciaron su apoyo al "impeachment". Entre ellos, Liz Cheney, una de las líderes de la minoría republicana en la Cámara Baja e hija del exvicepresidente estadounidense Dick Cheney.
La presidenta de la Cámara Baja, y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, reveló los nombres de su equipo de "fiscales", que serán los encargados de llevar el caso al Senado, dominado aún por los republicanos, para el juicio político.
- ¿Dar vuelta la página? -
Más preocupante para Trump y su posible futuro político es que Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, dijo a sus allegados, según reportes del New York Times y CNN, que veía favorablemente el "impeachment", considerando que la acusación es fundada y ayudaría al Partido Republicano a dar vuelta la página de Trump para siempre.
Este hábil estratega, muy influyente y crucial aliado de Trump durante cuatro años, tal vez tenga la clave del resultado de este procedimiento histórico, porque podría alentar a los senadores republicanos a condenar al 45º presidente estadounidense.
Desde Álamo, Texas, Trump, quien durante dos meses ha denunciado que le robaron la reelección, intentó el martes adoptar una postura menos agresiva y llamó a "la paz y la calma".
Pero también se negó a asumir cualquier responsabilidad por la asonada al Capitolio, asegurando que su discurso, en un multitudinario acto con sus seguidores previo al asalto, fue "totalmente apropiado".
Su vicepresidente, Mike Pence, rechazó invocar la 25ª Enmienda de la Constitución que le habría permitido destituir al mandatario saliente, declarándolo no apto para ejercer su función.
Pese a esto, la Cámara de Representantes aprobó el martes una resolución simbólica en la que exhortaba a Pence a reunir al gabinete y apelar a ese mecanismo constitucional.
Aunque lo apoyan algunos legisladores y funcionarios muy leales, Trump está más solo que nunca después de una serie de renuncias de su gobierno y críticas mordaces.
YouTube suspendió temporalmente su canal el martes por la noche y eliminó un video que consideró que violaba las reglas de la red social sobre incitación a la violencia. Twitter cerró la cuenta @realDonaldTrump de forma permanente la semana pasada.
Los demócratas tomarán el control de la Cámara Alta el 20 de enero, pero necesitarán convencer a muchos republicanos para lograr la mayoría de dos tercios requerida para la condena.
El juicio también corre el riesgo de obstaculizar la acción legislativa de los demócratas al comienzo de la presidencia de Biden, al monopolizar las sesiones en el Senado.
Biden prestará juramento el 20 de enero, justo en las escaleras del Capitolio, sede del Congreso.
Criticado por su demora en enviar la Guardia Nacional el miércoles pasado, el Pentágono autorizó el despliegue de 15.000 efectivos para la ceremonia de inauguración.
Originalmente movilizados para brindar apoyo logístico a la policía, sus miembros comenzaron a portar armas el martes por la noche, según constató un fotógrafo de AFP.