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Domingo, 24 de noviembre de 2024
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Funeral de la Reina Isabel II

10 datos del funeral de la reina Isabel II, un acontecimiento histórico para el Reino Unido

En una ceremonia cargada de simbolismo y solemnidad, el Reino Unido, junto con líderes de todo el mundo, dio el último adiós a la soberana.

La reina Isabel II, fallecida tras 70 años de un histórico reinado, recibió este lunes el último adiós en un imponente funeral en la Abadía de Westminster en presencia de mandatarios de todo el mundo, antes de ser enterrada en privado en Windsor. Estos son algunos detalles de un acontecimiento histórico para el Reino Unido:

Los símbolos que adornaron el féretro

Cuatro símbolos de la corona inglesa adornaron el féretro de la reina Isabel II. El estandarte real, que cubrió el ataúd durante toda la ceremonia. La corona imperial, que porta el rey o la reina después de la coronación (es de oro y está adornada con 2.868 diamantes, 11 esmeraldas, 17 zafiros, 269 perlas y cuatro rubíes). El orbe, un globo dorado con una cruz que simboliza el mundo cristiano y que el poder del monarca viene de Dios. Y el cetro, de 92 centímetros de longitud y valiosas piedras preciosas, representa la buena gobernanza y ha sido usado en todas las coronaciones desde el año 1661.   

Más de 2.000 invitados

Desde el presidente estadounidense, Joe Biden, al brasileño Jair Bolsonaro; desde los reyes de España, Felipe y Letizia, y los eméritos, Juan Carlos y Sofía, hasta el emperador Naruhito de Japón, unos 2.000 invitados, entre ellos 500 líderes y monarcas de todo el mundo, asistieron a la Abadía de Westminster para el funeral de la reina Isabel II, una ceremonia histórica que constituye el acontecimiento más importante del Reino Unido desde la coronación de la misma reina en el año 1952. 

Más de 6.000 soldados

Un nutrido grupo de marineros de la Royal Navy tiró con cuerdas del fuste de cañón que llevó el féretro, mientras que otros, 142 en total, siguieron el carruaje para hacer de freno. El rey Carlos III, junto con miembros de la familia real y miembros de la casa real, siguió el ataúd. Alrededor de 6.000 soldados de las fuerzas armadas participaron en la procesión desplegados a lo largo del recorrido. A su llegada a la Abadía de Westminster, 200 músicos, incluidas gaitas y tambores de los regimientos escocés e irlandés, recibieron con sus melodías el féretro de la reina. "Para todos nosotros, este es nuestro último deber con su majestad la reina y nuestro primer gran deber con su majestad el rey Carlos", dijo Tony Radakin, jefe del Estado Mayor.

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Tradición centenaria

El carro tirado por la Royal Navy es una tradición que se remonta a los funerales de la reina Victoria, en febrero de 1901. Los caballos destinados a tirar del afuste, que pesaba más de 2 toneladas, se asustaron y salieron desbocados, amenazando con hacer caer el ataúd. El príncipe Luis de Battenberg, capitán de la Marina Real, sugirió al nuevo rey Eduardo VII que fueron sustituidos por soldados. Nueve años más tarde, a la muerte de Eduardo VII, se puso en práctica la misma disposición, que desde entonces se ha convertido en un nuevo ritual.

La Abadía de Westminster, lugar clave para la reina

Antes de las exequias de la monarca, la Abadía de Westminster, con una capacidad para recibir a 2.200 personas, acogió algunos de los momentos más importantes de su vida. Por ejemplo, en 1937, con 8 años, la princesa Isabel fue dama de honor en la boda de su tío, el príncipe Jorge, con la princesa Marina de Grecia y Dinamarca. En 1937, el padre de Isabel, el rey Jorge VI, fue coronado el 12 de mayo, cinco meses después de la abdicación de su hermano mayor, el rey Eduardo VIII. En 1947, el 20 de noviembre, se llevó a cabo su boda con Felipe. Seis años después, el 2 de junio de 1953, en este lugar se realizó la ceremonia de coronación de Isabel II, la primera televisada. En 1997, se le rindieron honores en la Abadía de Westminster a los restos mortales de la princesa Diana, en una ceremonia en la que casi un millón de personas se agolparon en las calles de Londres.

Una vida de servicio

En su sermón durante el funeral, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, alabó la vida de la reina, dedicada durante siete décadas a su pueblo. "Las personas que aman servir son infrecuentes en cualquier ámbito de la vida. Los líderes que aman servir son aún más infrecuentes. Pero en todos los casos, aquellos que sirven serán amados y recordados, mientras que quienes se aferran al poder y los privilegios son olvidados", afirmó.

Ingleses rindieron tributo hasta el último momento

El Reino Unido homenajeó a la reina con 10 días de luto nacional, cortejos y procesiones, y una masiva emoción popular. Se estima que más de un millón de personas se movilizaron en Londres para visitar la cámara ardiente con el féretro de la reina. Este lunes, multitudes de británicos ocuparon las calles de la ciudad para acompañar a su reina hasta el final. A pesar del frío, muchos pasaron la noche en las calles en sacos de dormir para lograr los mejores lugares. Desde tempranas horas del lunes, el Mall, la célebre avenida que conduce al palacio de Buckingham, lució repleta de personas con banderas británicas y cargadas de emoción por brindar el último adiós a la soberana.

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Silencio en honor a la reina

El Reino Unido realizó el domingo a las 8:00 de la noche (hora local) un minuto de silencio en homenaje a la reina Isabel II. El gesto se llevó a cabo a nivel nacional y se tradujo en la capilla ardiente instalada en Westminster Hall en una paralización de la cola de los británicos que desde el miércoles desfilaron ante el féretro de la soberana. Este lunes, durante el funeral, en las calles y los parques de todo el país, así como en la Abadía de Westminster, los británicos brindaron otros dos minutos de silencio por su difunda reina.

Himno en honor al rey Carlos III

La ceremonia religiosa terminó con el himno nacional, "Dios salve al Rey", cantado en honor de Carlos III en presencia de más de 2.000 invitados a las exequias de su madre. Este siguió después, acompañado por sus hermanos e hijos, la salida del féretro de la Abadía, llevado por ocho portadores y cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el cetro y el orbe, símbolos de la reina. Después, los restos de Isabel II fueron trasladados en coche fúnebre en un recorrido de 35 kilómetros hasta Windsor, castillo donde han residido 40 monarcas británicos.

Reunida con su esposo

Tras un breve servicio religioso con la presencia de 800 invitados y una posterior ceremonia privada de la familia real, los restos de la reina Isabel II reposarán en el conocido "memorial" a Jorge VI, un anexo de la denominada Capilla de San Jorge del castillo de Windsor, junto a sus padres, su hermana Margarita y su difunto marido Felipe. A diferencia de otros miembros de la familia real británica, no permanecerá en la cripta real situada en el subsuelo de este edificio del siglo XV, que pese a llamarse "capilla" es una espaciosa iglesia. En dicha cripta reposan actualmente los restos de Felipe, fallecido en abril de 2021, pero serán trasladados al "memorial" siguiendo la última voluntad de la reina.

Redacción NTN24.com


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