¿Qué futuro político le espera al oficialismo en Bolivia de cara a las próximas elecciones?
En los últimos días, al menos 1.600 cuentas de Facebook e Instagram fueron suspendidas en Bolivia por parte de Meta, la casa matriz de las redes sociales.
Según la compañía, la decisión se tomó por presuntamente estar dedicadas a una “actividad coordinada” para difundir mensajes afines al Gobierno y silenciar cuentas de opositores, particularmente simpatizantes del expresidente Evo Morales.
La determinación de Meta pone al descubierto los crecientes desencuentros entre Morales, considerado líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), y Luis Arce, actual presidente del país.
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Las tensiones, que se remontan casi al inicio del Gobierno de Arce, han ido en aumento mientras se acercan las elecciones de 2025.
Morales, quien presidió el país del 2006 hasta 2019, tiene una gran ascendencia sobre las bases locales del partido y, según medios locales, estaría buscando volver al poder en esos comicios, pero irónicamente su principal contendor es el actual mandatario, Luis Arce, quien fue su ministro de Economía y quien no ha descartado aspirar a su reelección con o sin el apoyo del MAS.
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En los últimos meses, Arce ha ido apartando de posiciones de Gobierno a figuras que tradicionalmente habían estado próximas a Evo Morales, lo que ha profundizado las fricciones entre ambos políticos.
Alvaro García Linera, vicepresidente del Gobierno de Morales entre 2006 y 2019, habló en el programa Cuestión de Poder sobre el futuro político que le espera al oficialismo en Bolivia.
“Estas tensiones son muy típicas de estos procesos de gobierno progresista, en donde tiene que darse el recambio o la continuidad gubernamental de una gestión de Gobierno (...) entonces surge la distancia entre el líder inicial y el líder que sustituye”, acotó.