Boris Johnson se niega a dejar su cargo tras nuevo informe del ‘partygate’
El primer ministro británico, Boris Johnson, volvió a negarse a dimitir, después de que un esperado informe sobre el "partygate" responsabilizara este miércoles de las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos a los "altos cargos" implicados en el escándalo.
"Entiendo que la gente esté indignada", dijo en rueda de prensa, tras la publicación de las conclusiones de la alta funcionaria Sue Gray que, sin nombrarlo, acusó a "los altos cargos implicados, tanto políticos como funcionarios" de validar con su presencia las múltiples infracciones a las reglas anticovid.
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"Pero dado todo lo que está pasando, creo que es mi responsabilidad seguir adelante" con "prioridades" como la guerra de Ucrania y la crisis por el coste de la vida en el Reino Unido, subrayó.
Horas antes, había asumido ante el Parlamento "plena responsabilidad" por las fiestas celebradas en sus oficinas, pero se justificó defendiendo que, en plena pandemia, sus colaboradores trabajaban muchísimas horas y era difícil "dibujar la frontera entre trabajar y socializar".
Reconoció que "muchos de estos eventos se prolongaron más de lo necesario" y se declaró "sorprendido" por las revelaciones de Gray sobre unos encuentros en los que él, dijo, "simplemente no estaba presente".
Sus argumentos no convencieron a la oposición. El nacionalista escocés Ian Blackford lo acusó de haber "perdido la poca autoridad moral que le quedaba" y volvió a pedir su dimisión, como también hizo el Partido Laborista.
Pero Johnson se defendió: "no se ha determinado que mi asistencia infringiera las reglas", subrayó, insistiendo en que, cuando hace meses aseguró que siempre se respetaron las normas, "creía que era la verdad".