Colombia ha sido un país que ha vivido por más de 60 años ininterrumpidos un conflicto armadocon varias guerrillas y grupos irregulares alzados en armas, en los cuales, han sido recurrentes las acciones hostiles en contra de la población civil.
Bajo el falso pretexto de lograr transformaciones políticas y sociales, estas estructurales criminales lo que verdaderamente han buscado es el poder, para ello, se han financiado a través del narcotráfico y otras fuentes ilícitas, también han recurrido al secuestro, este último, un delito que con fines extorsivos o políticos, ha producido daño irreparable a las familias en Colombia.
Y es que privar a las personas de su libertad en contra de su voluntad, es un delito muy grave en Colombia, está consagrado en el Código Penal y ha tenido un amplio desarrollo jurisprudencial, así mismo, en el marco del conflicto armado, está prohibido por el Derecho Internacional Humanitario - DIH. Pero esto poco o nada les importa.
En las épocas de mayor violencia en el país a las cuales estamos regresando, se hablaba de las famosas “pescas milagrosas”, en las cuales, los grupos alzados en armas, realizaban retenes en varias carreteras del país, con el fin de hacer secuestros masivos, sin que las autoridades pudiesen evitar esta situación.
Según cifras oficiales de la Policía Nacional, el secuestro es uno de los delitos que más cometen estos grupos irregulares alzados en armas, entre 1996 y 2006 por ejemplo, fueron responsables del 60% de estos, en el país. Datos de FONDELIBERTAD, mencionaban que cerca de veintitrés mil personas fueron privadas de la libertad en el mismo período de tiempo (se estima que la cifra pudo ser superior).
Para el 2023, se han reportado en Colombia cerca de 184 secuestros. Para el primer año del actual gobierno han sido 293, un incremento del 90% si se compara con el primer año de gobierno del expresidente Iván Duque.
El ELN se ha caracterizado por adelantar en varias oportunidades y con distintos gobiernos, procesos de paz, todos fallidos. El presidente Gustavo Petro, ha sido el séptimo mandatario en realizar diálogos con esta guerrilla, lo que denota la falta de voluntad para abandonar la lucha armada.
Esto ha defraudado la confianza de millones de colombianos que aun creen en el dialogo como único camino para dar por terminada varias décadas de confrontaciones armadas con este grupo guerrillero. Es por esta razón, que no sorprende el incumplimiento de los acuerdos y protocolos celebrados entre esta estructura criminal y el gobierno nacional, lo que si llama poderosamente la atención es que en el marco de la denominada “Paz Total”, liderada por el presidente Gustavo Petro, no se tomen acciones decididas y contundentes cuando se presentan violaciones y ataques a la población civil. Parece más “Impunidad Total.
En varias oportunidades, Danilo Rueda, alto comisionado de paz del gobierno colombiano, se ha pronunciado tenuemente y justificando la materialización de estos actos, lo que ha merecido el rechazo de varios sectores políticos, sociales y económicos en el país, denotando que quien pone las condiciones en el país es esta guerrilla y no el Estado. El señor Rueda debe ser apartado de su cargo inmediatamente.
Lo único cierto acá es que no existe voluntad de paz por parte del ELN y que el Estado ha renunciado a su deber constitucional y legal de combatir a estas estructuras criminales.
El pasado 3 de agosto y por 180 días, se pactó un cese bilateral al fuego entre la guerrilla del ELN y el gobierno nacional, en el cual, se incluyó de manera expresa, que quedaba prohibido atacar a la población civil y realizar entre otros delitos, el secuestro, sin embargo, el 28 de octubre de este año, secuestraron a los padres del jugador de fútbol, Luis Díaz, la madre liberada inicialmente y el padre después de estar 13 días en cautiverio. Informes de inteligencia señalan que se tuvo la intención de trasladar a “Mane” Díaz, a territorio venezolano, donde esta estructura criminal no solo tiene presencia, sino que opera con el beneplácito del régimen de Nicolás Maduro.
El ELN, insiste en delinquir mientras el gobierno los justifica, basta con escuchar las declaraciones de Luis Fernando Velasco, ministro del interior de Colombia, quien dice sin ruborizarse que no podemos pretender que un grupo armado al margen de la ley no realice actos delictivos para financiarse, lo cual, deja ver la preocupante posición del gobierno nacional, que en su afán de firmar la paz es capaz de todo, incluso, de permitir esto.
Alias “Antonio García”, comandante del ELN, se refirió a la solicitud de liberar a todos los secuestrados afirmando que: “no aceptarán imposiciones ni chantajes, que no se hagan ilusiones”, reafirmando una vez más su descaro , cinismo y burla para con el gobierno nacional y todo un país.
Así las cosas, se debe reestructurar e incluso suspender los diálogos de paz con el ELN, hasta tanto no se liberen todos los secuestrados, abandonen el narcotráfico y renuncien a la lucha armada, mientras esto ocurre, el gobierno nacional debe combatirlos con toda la fuerza del Estado.
Juan Falkonerth