Cara a Cara entre víctimas del secuestro y las FARC en el marco de audiencias de reconocimiento de la JEP

Después de cinco años y medio de la firma del acuerdo de paz en La Habana, Cuba, este 21, 22 y 23 de junio se lleva a cabo en la Biblioteca Virgilio Barco de Bogotá, la audiencia de reconocimiento del caso 01 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Todos los casos de secuestro en Colombia están rodeados de sufrimiento y de dolor, y al mismo tiempo, de muchas preguntas sin respuesta que las víctimas de este flagelo quieren conocer. Por ejemplo, la verdad de lo que sucedió con policías como Luis Hernando Peña Bonilla, quien fue secuestrado el 1 de noviembre de 1998 por las FARC. Desde ese día su familia no sabe nada de él, su hermana Yoleny Peña participó de esta audiencia de reconocimiento de responsabilidad realizada por la JEP y les exigió a los victimarios respuestas concretas sobre su hermano desaparecido hace más de 23 años.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

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Tras el relato y las preguntas planteadas en esta simbólica audiencia por parte de la familia del policía Luis Hernando Peña Bonilla, uno de los excabecillas de las FARC presentes en la diligencia hizo una fuerte confesión. Pastor Alape, aseguró que Peña Bonilla fue asesinado en cautiverio, que la orden de ejecución fue dada por la dirección de las FARC y que exintegrantes de esa guerrilla están en la búsqueda de su cuerpo.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

Otro de los momentos más impactantes y dolorosos de esta audiencia pública de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la que estuvieron presentes víctimas y victimarios de los secuestros de las FARC, fue el testimonio entregado por el sargento Cesar Augusto Lasso, quien estuvo plagiado por el entonces grupo criminal por más de 13 años. Con unas cadenas en el cuello y a manera de símbolo, recordó como lo tuvieron encadenado en lo profundo de la selva durante ocho años.  Este uniformado describió las torturas y los tratos crueles que sufrió en cautiverio y el drama que representó para él no poder ver crecer a sus hijos.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

En esta audiencia también participó Olmes Johan Duque, con valentía y entereza este policía colombiano relató cómo fue víctima de secuestro y de violencia sexual por parte de las FARC. Lamentó como el plagio que enfrentó truncó sus sueños y dejó graves secuelas en su salud mental.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

Ante estos testimonios, Rodrigo Londoño, quien como cabecilla de las FARCera conocido con el alias de “Timochenko”, pidió perdón a los integrantes de la fuerza pública que sufrieron los horrores del secuestro. Tras escuchar estas historias, aseguró que se hacía responsable de ordenar secuestros para buscar un intercambio humanitario. No obstante, dijo que él nunca compartió la utilización de las cadenas para amarrar a los plagiados y que jamás entendió como la guerra se degradó de esa manera.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

Edna Margarita Rivas, hermana del teniente Elkin Rivas relató frente a uno de los victimarios de su hermano, cómo cambió la vida de su familia y como se ha visto deteriorada la salud de sus padres desde que el teniente Rivas fue privado de la libertad el 14 octubre de 1998, en el Paujil, Caquetá.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

Tras el conmovedor relato de la hermana de teniente Elkin Rivas. Milton de Jesús Toncel, conocido en las FARC por el alias de “Joaquín Gómez”, reconoció su responsabilidad como cabecilla principal del bloque sur en el secuestro del teniente Rivas y del capitán Edgar Yesid Duarte. Mirando a Edna a los ojos, reconoció los tratos inhumanos a los que sometió a su hermano en cautiverio.

Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)

Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Pastor Lisandro Alape, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo Cubillos y Rodrigo Granda Escobar son los 7 cabecillas de las extintas guerrillas que comparecen ante los familiares de policías y militares secuestrados.