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Príncipe Harry

Príncipe Harry ganó batalla legal contra periódicos británicos que "hackearon" su teléfono y recibirá alta suma de dinero

Príncipe Harry (AFP)
Príncipe Harry (AFP)
El príncipe Harry celebró, a través de su abogado, la condena por estas escuchas telefónicas y prometió seguir defendiéndose ante los tribunales contra la prensa.

Este viernes un juez de Reino Unido determinó que el príncipe Harry ganó una de las batallas que libra contra periódicos británicos.

Según el nieto de la difunta reina Isabel II, varios de los medios más importantes de su país escuchaban ilegalmente sus llamadas telefónicas para obtener información que posteriormente era usada en su contra.

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El juez del Tribunal Superior de Londres estimó que 15 de los 33 artículos presentados como prueba por el hijo menor del rey Carlos III fueron el resultado del hackeo en su sistema de mensajería por parte de la editorial que publica The Mirror, Sunday Mirror y Sunday People.

Se trata del Mirror Group Newspapers (MGN), el reconocido grupo editorial que ahora deberá indemnizar al príncipe con 140.600 libras (178.500 dólares) por daños y perjuicios.

El príncipe Harry celebró, a través de su abogado, la condena por estas escuchas telefónicas y prometió seguir defendiéndose ante los tribunales contra la prensa.

"La sentencia dictada hoy me reivindica y me da confianza", declaró, en nombre del duque de Sussex, su abogado David Sherborne.

"La misión continúa", dijo en el comunicado, avisando que no cesará su pelea contra los tabloides que lo acosaban.

El magistrado Timothy Fancourt entendió en su juicio de los hechos que el teléfono móvil del príncipe había sido 'hackeado', aunque "en una extensión modesta".

"Considero que su teléfono (del príncipe) sólo fue pirateado en una extensión modesta, y que probablemente fue controlado cuidadosamente por ciertas personas en cada periódico", dijo Fancourt.

Pero no solo fue Harry, pues el juez concluyó que los periódicos llevaron a cabo escuchas telefónicas "extensas" a varias celebridades entre 2006 y 2011.

Tras el fallo del Tribunal Superior de Londres, el grupo editorial reconoció su culpabilidad en los hechos.

"Cuando se producen irregularidades históricas, pedimos disculpas sin reservas, asumimos toda la responsabilidad y pagamos una compensación adecuada", dijo la compañía.


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