¿Por qué la economía en Perú resiste a las frecuentes crisis políticas de los últimos años?
En Perú han gobernado seis presidentes distintos, en los últimos seis años. La mayoría de ellos han sido investigados por corrupción y, persistentemente se han presentado conflictos y pulsos de poder entre el ejecutivo y el legislativa. Esa es la constante de un país en crisis política permanente que está sumido en la inestabilidad institucional.
Pero a pesar de esa constante crisis política, y descontando una reciente ralentización del crecimiento económico tras la pandemia, las finanzas de Perú siguen aparentemente sólidas en comparación a muchos de sus vecinos en la región.
Hoy, la inflación peruana está en 7,9%, y los expertos esperan que al cierre de este año baje en torno al 4.3%.
En un artículo de reciente publicación en la revista Americas Quarterly, el economista Luis Miguel Castilla dice que esa buena salud económica obedece, entre otros factores, a un Banco Central independiente, a un modelo económico blindado constitucionalmente más allá de los gobiernos de turno y a un Ministerio de Finanzas estable. Sin embargo, el autor cree que esos factores podrían no ser suficientes en el futuro para evitar que, además de la crisis política, el país entre en una crisis económica.
El programa Cuestión de Poder conversó con Luis Miguel Castilla, ministro de Hacienda de Perú bajo el gobierno de Ollanta Humala y embajador de Perú en Estados Unidos. Actualmente se desempeña como director del Videnza Instituto, un centro de investigación económico.
“Tenemos un presidente del Banco Central que cumple su cuarto periodo y esto es abrazado por políticos de izquierda y derecha”, aseguró.
“Si hay un tema donde hay consenso nacional en el Perú, es el rechazo a la inflación que se ha logrado controlar gracias a un banco central independiente”, agregó.
Sin embargo, Castilla advierte que la estabilidad económica podría verse afectada por la convulsionada crisis política de los últimos meses.
“La convulsión política ya le está pasando factura de distintas formas. La violencia política redundó en una recesión por la parálisis de la actividad minera, la estampida al turismo que no se recupera a los niveles prepandemia”, aseguró.
“La alta tasa de rotación de presidentes, que llegó a tener en el Gobierno anterior un ministro cada seis días, lo que hace es paralizar la toma de decisiones y ralentiza el aparato público”, agregó.
Además, aseguró que Perú venía creciendo económicamente en niveles del 5 % y actualmente lo hace en menos del 2%.