Por qué la FIFA excluyó a Chile del Mundial de Fútbol 2030: analistas cuestionan los intereses que se mueven detrás del fútbol
El anuncio hecho esta semana por la Federación Internacional de Fútbol Asociación, mejor conocida como FIFA sobre la sede del Mundial de Fútbol 2030, dejó un sabor agridulce en Chile.
Si bien los partidos inaugurales se disputarán en Uruguay, Argentina y Paraguay, el resto de la competición se llevará a cabo en España, Portugal y Marruecos.
Así, la candidatura sudamericana que también incluía a Chile, fue desestimada por el máximo rector del balompié internacional.
La controversia más profunda radica en la exclusión de Chile de los juegos inaugurales. El asunto traspasó el ámbito deportivo, ya que el presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó duras críticas contra la asociación que preside Gianni Infantino.
"Esta no es una decisión en la que el gobierno haya pecado de algún tipo de negligencia, es una decisión propia de la FIFA", manifestó Boric.
“Nosotros cumplimos con absolutamente todo lo que correspondía, yo lamento que haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva (...) Vamos a hacer valer todos los derechos que le correspondan a Chile, porque con la integridad nacional y con el nombre de Chile no se juega”, añadió el jefe de Estado.
En diálogo con el programa Club de Prensa Cono Sur, los periodistas Álvaro Sanhueza, director del medio TVS de Chile, y Nicolás Pérez, periodista de Canal 5 de Uruguay, analizaron la decisión de la FIFA.
“En términos generales, sorprendidos por esta decisión. Acá hay un tema de atracción y desarrollo, Pablo Milad, presidente del fútbol chileno, a mi juicio, no ha hecho un buen trabajo a cargo del fútbol nacional”, aseveró Sanhueza.
“Todo esto está vinculado a la política. Sin embargo, tenemos que entender que (en Sudamérica) existen problemas económicos y de organización”, puntualizó Pérez.
Con el paso de 32 a 48 equipos participantes en el Mundial a partir de la edición de 2026, organizada en Estados Unidos, Canadá y México, son seis países sudamericanos los que se clasifican para el torneo.
De esta manera, para 2030, tres de esas seis plazas ya están adjudicadas a los países coorganizadores, a lo que se sumará la posibilidad de un equipo adicional si supera una eliminatoria de repechaje intercontinental.