"Estoy siendo atacado y perseguido": aparente ataque racista contra futbolista hondureño empaña clásico del Eje Cafetero

Este miércoles se disputó el clásico del Eje Cafetero ente Once Caldas y Deportivo Pereira en el Estadio Palogrande de Manizales.
EL partido que finalizó con la victoria para los locales por 3-1, se vio empañado luego de que unos minutos más tarde, el delantero hondureño Rubilio Castillo acusó a Joel Contreras de actos racistas, hecho que el jugador de Once Caldas desmintió.
El presunto incidente de racismo desencadenó las lágrimas de Castillo, quien recibió el apoyo y consuelo de sus compañeros de equipo, incluyendo a Carlos Darwin Quintero, y sorprendentemente, del delantero del Once Caldas, Dayro Moreno.
Ante ello, Contreras, quien fue sustituido tras la polémica, se pronunció en zona mixta, donde negó dichos comentarios racistas.
“La verdad yo creo que es una escena bastante triste. En las cámaras se ve que yo no le digo nada, solo me acerco a darle la mano. Lo único que dije fue ‘levántese’ y el otro se para a llorar diciendo que le dije simio cuando las cosas no son así”, dijo.
De acuerdo con el jugador de Once Caldas, su familia le ha inculcado valores. “Es un clásico, seguramente lo que querían era que me expulsaran al decirme racista, pero las cosas no son así, la verdad me siento triste porque me están atacando bastante sin justa razón porque en ningún momento le dije así”, afirmó.
“Estoy bastante triste porque no le dije eso y donde tenga que hablar o lo que tenga que hacer, me voy a defender de la mejor manera porque es injusto, no le dije nada y tengo muchos amigos de color, como se dice, entonces triste por esa situación”, agregó.
“No le voy a decir simio y luego darle la mano. Son excusas, es un clásico y me siento triste porque estoy siendo atacado y perseguido. No sé qué de malo hice para que ese jugador diga que le dije simio y salga a llorar porque me está dejando muy mal a mí y a mi familia", concluyó.
Los "gestos racistas” ocurrieron en el minuto 68, momento en el técnico Luis Fernando Suárez lo sacó de la cancha y mandó en su lugar a Giancarlo Peña. Al dejar el campo de juego, hinchas del Once Caldas comenzaron a insultarlo desde la tribuna.