Estados Unidos busca frenar delitos ambientales
Estados Unidos, a través de su Departamento del Tesoro, ha anunciado recientemente su compromiso de compartir experiencias o recursos con las naciones afectadas con diferentes delitos ambientales para identificar, desmantelar redes criminales que operan en estos territorios, detener la explotación de recursos naturales y el tráfico ilegal de especies, principalmente en regiones mayormente afectadas como la Amazonia.
Julia Yansura, Directora del programa de Delitos Ambientales y Financiamiento Ilícito de la coalición FACT, destacó en entrevista con Click Verde de NTN24 que estas actividades ilícitas generan cientos de millones de dólares en ganancias, pero afectan drásticamente ecosistemas fundamentales para el equilibrio climático de las comunidades locales.
“Es toda una economía ilícita. ellos están cultivando, vendiendo, lavando, hay una cantidad de factores involucrados y sabemos que son actores que trascienden fronteras internacionales, a nivel internacional se cree que esos delitos ambientales pueden generar hasta 281 mil millones de dólares al año”
El nuevo programa de cooperación internacional anunciado recientemente no solo pretende proteger la integridad de los recursos naturales, sino también el sistema financiero global, combatiendo el lavado de dinero asociado con estos delitos, ya que este esfuerzo global busca frenar a las organizaciones criminales que se benefician a costa de recursos naturales, especies protegidas y ecosistemas vulnerables.
Así lo señalo Julia Yansura, “Estados Unidos ha anunciado varias sanciones en muchos de esos casos con el tráfico de especies silvestres y la expectativa que tenemos con este anuncio del departamento del tesoro es que podría haber más sanciones contra delincuentes ambientales en el futuro”
Expertos consideran que la combinación de estas acciones son esenciales para lograr un impacto real en la reducción de los delitos ambientales que están destruyendo regiones como Ucrania, la Amazonía u otras áreas protegidas y reafirma el compromiso de Estados Unidos y de otros actores internacionales en la defensa del medio ambiente, reconociendo que la protección de los ecosistemas es un desafío global que requiere esfuerzos coordinados y sostenidos a largo plazo.
