Talibanes prometen no obstaculizar ayuda internacional para Afganistán
Los talibanes se comprometieron el sábado a no obstaculizar los esfuerzos internacionales para ayudar a las decenas de miles de personas afectadas por el terremoto del miércoles.
El sismo, de una magnitud de 5,9 que sacudió el sudeste afgano y dejó más de 1.000 muertos y miles de personas sin hogar- representa una prueba para los talibanes, que volvieron al poder en agosto.
Antes del terremoto Afganistán ya estaba sumido en una profunda crisis económica y humanitaria, ya que la comunidad internacional había cerrado por completo las compuertas de la ayuda financiera, reseñó la agencia AFP.
En el pasado, las organizaciones humanitarias acusaron a los talibanes de desviar la ayuda hacia zonas donde la población apoyaba su insurrección contra el gobierno pro-occidental.
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Pero Khan Mohamad Ahmad, un alto funcionario talibán de la provincia de Paktika, la más afectada por el terremoto, prometió que no habría injerencia en las operaciones de los organismos de la ONU y de las ONG internacionales.
"Ya sea el PMA (Programa Mundial de Alimentos), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) o cualquier otra organización (...), la comunidad internacional o las Naciones Unidas (...) harán la distribución (de la ayuda) ellos mismos", declaró.
Pero los talibanes estarán "siempre con ellos" dispuestos a apoyarlos, subrayó.
- Desafío logístico -
Este terremoto es el más mortífero que sufre Afganistán en más de dos decenios.
La tragedia plantea un importante desafío logístico a los talibanes, cuyo gobierno no ha sido reconocido por ningún país, en particular debido a su política restrictiva con respecto a los derechos de las mujeres.
A pesar de todo, la comunidad internacional se movilizó rápidamente después del sismo.
Aunque a veces no siempre llega donde la gente más la necesita, y las operaciones de rescate se complican por el aislamiento de la región y el clima.
Las lluvias provocaron deslizamientos de tierra que retrasaron la entrega de la ayuda y dañaron las líneas telefónicas y eléctricas.
Aldeas enteras quedaron destruidas.
Las autoridades estiman que cerca de 10.000 hogares, en los que a veces se amontonan una veintena de personas, sufrieron daños.
Ramiz Alakbarov, el más alto funcionario de las Naciones Unidas en el país, elogió el sábado el valor y la resiliencia de los afganos después de visitar la zona.
"Qué signos de determinación ante una adversidad sin fin", destacó a la AFP. "Dificultades sin fin, una tragedia sin fin, y a pesar de todo estas personas son tan dignas, tan fuertes. Y quieren superarlo. Se unen como comunidad, como sociedad", añadió.
Incluso antes de que los talibanes asumieran el poder, los servicios de socorro en Afganistán eran inadecuados para hacer frente por sí solos a una catástrofe natural grave.
El gobierno recurrió al ejército, pero tiene pocos medios y sólo dispone de un número muy limitado de helicópteros y aviones.
Afganistán sufre frecuentes terremotos, especialmente en la cordillera del Hindu Kush, que se encuentra en la intersección de las placas tectónicas de Eurasia e India.