Se abre el camino para conocer la verdad sobre los crímenes sexuales cometidos por las antiguas FARC-EP durante el Conflicto Colombiano
En un esfuerzo por arrojar luz sobre los oscuros capítulos de violencia sexual que ensombrecieron Colombia durante décadas, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha revelado la apertura del Macrocaso Número Once. Esto tras casi siete años de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno del entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y la entonces agrupación criminal FARC-EP
Este Macrocaso, denominado Once, no solo se enfocará en los atroces casos de violencia sexual, sino que también investigará y juzgará los abusos relacionados con la violencia reproductiva, como los abortos forzados, así como los crímenes por prejuicio, odio y discriminación de género, identidad y orientación sexual.
Importante destacar que estos delitos se atribuyen a todos los actores armados involucrados en el conflicto, incluyendo ex-integrantes de las FARC, paramilitares y agentes del Estado.
Los números y registros en posesión de la JEP revelan la magnitud de estos execrables delitos sexuales cometidos entre 1957 y 2016. Hasta la fecha, el registro oficial documenta a 35,178 víctimas, con un desglose impactante: 31,366 son mujeres, representando el 89.2% del total; 3,068 son hombres, lo que equivale al 8.7%; y 744 casos carecen de información sobre el sexo de la víctima, representando el 2.1%. Un dato aún más desgarrador es que el 35.1% del total, es decir, 12,352 víctimas, sufrieron estos horrores cuando eran menores de 18 años.
Pero, ¿cuál es la responsabilidad porcentual de cada grupo armado frente a esta conducta criminal aberrante? Según el análisis realizado por la sala de reconocimiento de la JEP, los grupos paramilitares encabezan la lista con el 33%, lo que se traduce en 11,683 víctimas. Las extintas FARC-EP les siguen con el 5.82%, equivalente a 2,051 casos. Otras guerrillas contribuyen con el 5.9%, representando 9,144 casos, mientras que los agentes del Estado aportan el 3.14%, lo que corresponde a 1,103 víctimas. Sin embargo, un dato alarmante es que en el 30% de los registros no se ha identificado al presunto perpetrador, lo que significa que Colombia aún desconoce qué grupos armados cometieron los vejámenes sexuales contra 10,762 de las 35,178 víctimas documentadas.
Fue solo hasta julio de 2022 que la JEP determinó que había información suficiente para abordar los reclamos y solicitudes de las víctimas y las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y personas diversas. Esto marcó un paso importante hacia la respuesta a la sistemática impunidad en los casos de violencia sexual ocurridos en el contexto del conflicto. Estos condenables hechos han sido denunciados y visibilizados durante años gracias a las valientes voces de las víctimas, como las que hemos escuchado en el programa La Noche.
El camino hacia la justicia y la verdad en estos crímenes sexuales es largo y doloroso, pero cada paso que da la JEP es un paso hacia un futuro más justo y esclarecedor para Colombia y sus víctimas.
