Presidente de Filipinas calificó de “cloaca” la isla de Boracay y ordenó su cierre temporal
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció el cierre de la isla de Boracay, uno de los principales destinos turísticos del país y también considerada una de las mejores islas del mundo.
Según Duterte, el lugar es una "cloaca" con aguas contaminadas, por esta razón, el mandatario planea construir una planta de tratamiento de aguas debido a que los hoteles y la comunidad de la isla estarían contaminando indiscriminadamente el mar.
El mandatario acusó a los hoteles y bares de la isla de arrojar aguas residuales directamente al mar. Además 195 comercios y 4.000 particulares de la isla no están conectados a los sistemas de alcantarillado, según el ministerio de Medio Ambiente.
Por su parte, la comunidad de Boracay acudió a la Corte Suprema como último intento para evitar el cierre de la isla, su única fuente laboral.
El cierre de la isla pone en peligro al menos 17.000 empleos. La isla, que recibió en 2017 casi dos millones de turistas, generó 1.000 millones de dólares para la economía del país del sudeste asiático.
Mientras tanto, la policía prepara actos de contingencia en caso de manifestaciones, toma de rehenes e incluso de atentados tras la indignación de la comunidad. Como parte de los actos, los oficiales desplegaron todo su equipo antidisturbios para enfrentarse con personas -simulando ser manifestantes- que arrojaban botellas.
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