Papa Francisco hizo llamado ante la preocupante disminución de la tasa de natalidad en Italia y Europa
Este viernes, durante su discurso en el acto de ‘Los Estados Generales de la Natalidad” el papa Francisco se unió a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para hacer un llamado ante la preocupante disminución de la tasa de natalidad en el país.
En el Auditorio Conciliación de Roma, durante la tercera edición de los ‘Estados Generales de la Natalidad’ el pontífice señaló que el reto de la natalidad se trata de una cuestión de “esperanza”, pero que hay que tener en cuenta que la esperanza no es lo mismo que optimismo.
“No es un vago sentimiento positivo sobre el futuro. No es una ilusión ni una emoción; es una virtud concreta. Y tiene que ver con opciones concretas”, aseguró el líder de la Iglesia católica.
Por ello, el papa les pidió a los gobiernos europeos políticas con “visión de futuro” para que así se pueda aumentar la tasa de natalidad en el continente, ya que es el indicador principal para poder “medir la esperanza de un pueblo”.
Durante su discurso Francisco acotó que el tema de que la natalidad es “central para todos, especialmente para el futuro de Italia y Europa”.
Para poder explicar un poco mejor su punto de vista sobre la natalidad, el santo sacerdote contó dos anécdotas de dos personas que trataban a sus mascotas y señaló que si las cosas continúan de esta manera ese será el futuro y por ello hay que tener cuidado.
Francisco contó que el otro día que pasó por el lado de una señora de edad, la cual le pidió que bendijera a su bebé, pero que cuando abrió la bolsa se trataba de su mascota.
Ante eso, el pontífice comentó “ahí no tuve paciencia y regañé a la señora: 'Señora, ¡tantos niños con hambre, y usted con el perrito! Hermanos y hermanas, éstas son escenas del presente, pero si las cosas siguen así, ésta será la costumbre del futuro, tengamos cuidado”.
El santo sacerdote expresó durante su discurso que el nacimiento de los hijos es un indicador para medir la esperanza de un pueblo, por lo que si nacen pocos niños eso podría decir que la esperanza es poca.
“Hoy en día, traer hijos al mundo se percibe como una tarea a cargo de las familias. Y esto, desgraciadamente, condiciona la mentalidad de las jóvenes generaciones, que crecen en la incertidumbre, cuando no en la desilusión y el miedo”, añadió Francisco.
El líder de la Iglesia Católica agregó que el panorama actual pone la formación de una familia como un “esfuerzo titánico” en lugar de ser visto como “un valor compartido que todos reconocen y apoyan”.
Además, acotó que el sentirse solo y obligado a confiar en las propias fuerzas puede llegar a ser peligroso, lo que “significa erosionar poco a poco la vida en común y resignarse a existencias solitarias, en las que cada uno tiene que arreglárselas por su cuenta. Con la consecuencia de que sólo los más ricos pueden permitirse, gracias a sus recursos, más libertad a la hora de elegir qué forma dar a sus vidas. Y esto es injusto, además de humillante”.
“En particular, existen limitaciones casi insuperables para las mujeres. Las más perjudicadas son precisamente ellas, mujeres jóvenes a menudo obligadas a la encrucijada entre carrera y maternidad, o aplastadas por el peso del cuidado de la familia, sobre todo en presencia de ancianos frágiles y personas dependientes”, añadió.
El pontífice continuó diciendo que: “en este momento, las mujeres son esclavas de esta regla del trabajo selectivo, que les impide también la maternidad”.
Por ello, el papa explicó que la reactivación de la natalidad es una manera de reparar esa exclusión social que afecta tanto a los jóvenes y a su futuro.
El pontífice también aclaró que los hijos no son bienes individuales, sino personas “que contribuyen al crecimiento de todos, aportando riqueza humana generacional”.
“Siéntanse llamados a la gran tarea de regenerar la esperanza, de poner en marcha procesos que den impulso y vida a Italia, a Europa, al mundo. Que nos traigan muchos niños”, agregó.
Este discurso del papa se da en el contexto en el que en el 2022 Italia alcanzó un mínimo histórico de nacimientos y por ello destacó que esto no solo supone un problema a nivel económico y social, sino también constituye como una dificultad de poca confianza en el futuro.