Más de 80 niños han fallecido esperando un trasplante renal en Venezuela
En Venezuela, la Organización Nacional del Trasplante indicó que desde el año 2017 a la fecha, han fallecido 84 niños y niñas en el hospital JM de los Ríos esperando por un trasplante renal.
En lo corrido de este 2023 han muerto seis niños debido a sus padecimientos crónicos puesto que hace seis años en el país se encuentra paralizado el sistema de procura de órganos y tejidos, razón que dificulta el proceso y conlleva a pérdidas de vida.
Para conversar sobre este tema, en el programa La Tarde de NTN24, habló Lucila Velutini, encargada de relaciones institucionales de la Organización Nacional del Trasplante de Venezuela.
Teniendo en cuenta que en el mundo el trasplante que más se realiza es el renal, existe una alta cifra de personas que atraviesan por procesos como diálisis o están a la espera de un trasplante renal, sin embargo, desde el primero de junio de 2017 se encuentra suspendido el sistema de órganos y tejidos en Venezuela.
En el país “existen pacientes que se encuentran en diálisis y se encuentran a la espera de un trasplante, pero no hay una lista de espera porque no existe un sistema de procura de órganos y tejidos”, señaló Velutini.
Este sistema existe en los países del mundo en donde “se encuentra el donante fallecido o el donante que es declarado cerebralmente muerto por médicos u hospitales y si esta persona en vida tomó la decisión de ser donante, es allí cuando se procede a realizar los exámenes correspondientes para saber con qué persona de las listas de espera el fallecido es más compatible, pero eso no existe en Venezuela”, agregó.
Esta situación deja por fuera al 98% de las personas que hoy esperan un trasplante y que solo tendrían como posibilidad recibirlo de una persona viva, pero para que esta persona puede ser su donante debe ser un familiar de hasta quinto grado de consanguinidad que este mediante en buenas condiciones de salud.
Respecto a los menores fallecidos que esperaban por un trasplante, Lucila manifestó que estas pérdidas pudieron haber sido evitables: “eran niños que se encontraban en diálisis, que estaban a la espera de un probable trasplante que nunca llegó, eran niños y familias con sueños que se encontraron con esta tristeza de lo que significa no tener una segunda oportunidad de vida”.