Estudiante de la UCV detenido por el régimen perdió la visión de un ojo por torturas
Jhon Álvarez, un joven de 24 años de edad, estudiante de Antropología en la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien desde el pasado 30 de agosto se suma a la lamentable lista de presos políticos del régimen de Nicolás Maduro. Tras su detención arbitraria, es acusado de "conspiración" y asociación, además lo vinculan al caso de los seis dirigentes sindicales condenados a 16 años de prisión.
En tan solo tres semanas bajo custodia de la División Contra La Delincuencia Organizada (DAET), tanto la defensa como sus familiares han denunciado las atroces torturas de las que ha sido víctima y que van desde descargas eléctricas en rodillas, costillas y testículos hasta brutales golpizas.
Este martes, el abogado Joel García, informó que Álvarez fue trasladado al servicio forense de la Fiscalía donde le diagnostican pérdida de la visión del ojo izquierdo, inflamación del riñón izquierdo y una lesión en pierna derecha.
El atroz diagnóstico ha causado indignación en la opinión pública, activistas y políticos opositores quienes repudian que en Venezuela se continúen cometiendo crímenes de lesa humanidad.
La abogada y dirigente opositora, Delsa Solórzano, fue una de las primeras personas en pronunciarse y fustigar el macabro hecho.
"La Tortura es un crimen de lesa humanidad. Estos hechos se suman a la larga lista de delitos que ha cometido la dictadura en Venezuela".
Por su parte, el dirigente de Voluntad Popular, Leopoldo López expresó que "permitir que Maduro siga en el poder es permitir que en Venezuela se sigan cometiendo crímenes de lesa humanidad a diario".
Horas antes, Amnistía Internacional había denunciado las torturas y exigido la libertad del estudiante.
Los hechos surgen apenas 48 horas después de que la Misión Internacional de las Naciones Unidas denunciara ante el Consejo de Seguridad que en Venezuela se continúan violentando los derechos humanos y la persecución, agresión y criminalización son aplicadas a la sociedad civil, periodistas y sindicalistas.
Álvarez fue "desaparecido" durante 24 horas, fue trasladado al Palacio de Justicia en el centro de Caracas, pero su audiencia de presentación se llevó a cabo cinco días después, pese a que la ley indica que debe ser presentado hasta 48 horas tras la detención.
Sin embargo, en la audiencia el estudiante señaló a los funcionarios que lo torturaron con nombres y características fisonómicas, además denunció que fue obligado a incriminar en un video al líder sindical, Carlos Salazar y a Carlos Julio Rojas, periodista y líder comunitario.
