Estados Unidos no descarta el envío de fuerzas a Haití para enfrentar la ola de violencia
La jefa del Comando Sur estadounidense, la general Laura Richardson, no descartó este martes el envío de fuerzas a Haití como parte de "una solución internacional" para hacer frente a la ola de violencia que se vive en el país caribeño.
"Creo que una solución internacional, una solución que también incluya la perspectiva de Haití, es muy importante. Por eso no creo que una solución exclusiva de Estados Unidos sea hacia donde debamos dirigirnos", afirmó la general durante un acto en el grupo de reflexión estadounidense Atlantic Council en Washington.
El Gobierno del presidente Joe Biden trata "de hacer exactamente eso: trabajar en una solución internacional", añadió.
A la pregunta de si las fuerzas estadounidenses pueden formar parte de la solución internacional, Richardson contestó: "Podrían serlo, al fin y al cabo, no lo descartaríamos en ningún momento" teniendo en cuenta "lo que está sucediendo en ese país".
"Estamos preparados si nos lo piden nuestro Departamento de Estado y el Departamento de Defensa", agregó.
Kenia prometió el envío de policías para liderar una misión internacional de seguridad supervisada por la ONU, pero lo suspendió hasta que se forme un consejo presidencial de transición, que dirigirá el país tras la dimisión del cuestionado primer ministro Ariel Henry.
Cabe señalar que Haití sufre una ola de violencia desde principios de mes, cuando varias pandillas se aliaron para asaltar lugares estratégicos de Puerto Príncipe en un pulso contra el primer ministro Ariel Henry.
El dirigente, muy cuestionado tanto en su país como por la comunidad internacional, anunció su dimisión hace una semana desde Puerto Rico y la creación de un consejo presidencial de transición.
Pero las negociaciones para formar ese órgano de siete miembros, repartidos entre las principales fuerzas políticas y el sector privado, se han visto retrasadas.
Por su parte, las autoridades haitianas llevan días tratando de frenar el terror de las poderosas pandillas con medidas como un estado de emergencia y toques de queda nocturno, apenas respetadas.