El "Vacunagate" en Perú podría salpicar a la Embajada de China
El escándalo político en Perú por el manejo irregular de las vacunas contra el covid-19, conocido como "Vacunagate, podría salpicar a la misión diplomática de China en esa nación.
La primera ministra peruana, Violeta Bermúdez, en una comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga los hechos, reveló que el Gobierno no tiene información sobre quiénes recibieron las vacunas que quedaron la embajada china.
Añadió que lo que le hicieron saber es que las 1.200 que solicitaron eran para inmunizar a su personal diplomático, trabajadores y "otras personas vinculadas a la embajada".
"Sobre las dosis solicitadas por la embajada china, creo que se les puede solicitar que compartan la información y me imagino que no van a tener ningún problema en hacerlo por transparencia y por la relación de cooperación que tenemos", recalcó.
Por su parte, la Embajada de la nación asiática, a través de un comunicado, rechazó que los antídotos sean prebendas, donaciones o "vacunas de cortesía".
Lo que se sabe del Vacunagate
De las 3.200 vacunas del laboratorio chino Sinopharm, que arribaron a finales de 2020, 2.000 dosis fueron a manos del Estado peruano para inmunizar al personal a cargo del ensayo clínico de la misma vacuna en Perú, que convocó a 12.000 voluntarios.
Se reveló que la partida administrada por la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), encargada de dirigir el ensayo clínico de la vacuna, fue utilizada también para inmunizar irregularmente y en secreto a más de 100 funcionarios públicos, y en la mayoría de los casos a las familias de éstos.
Entre los funcionarios beneficiados se encontraron el para entonces presidente Martin Vizcarra; y las ministras Elizabeth Astete (Relaciones Exteriores) y Pilar Mazzetti (Salud).
