Balance del sismo en Turquía aumenta a más de 50 muertos
La esperanza de hallar supervivientes se desvanecía este domingo en el oeste de Turquía dos días después del poderoso terremoto que dejó más de 50 muertos, mientras los socorristas extirpaban cada vez más cadáveres de los escombros.
En Bayrakli, la ciudad turca más golpeada en la región de Esmirna, los equipos de rescate seguían buscando posibles supervivientes entre los escombros de varios edificios derrumbados, según constató un periodista de la AFP.
Prueba de que sus esfuerzos no son vanos, durante la noche un hombre de 70 años fue hallado vivo tras haber pasado 33 horas sepultado bajo las placas de cemento, y fue hospitalizado, según el ministro de Salud.
Pero dos días después del sismo de magnitud 7, según el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS), y de magnitud 6,6, según las autoridades turcas, se hallaban sobre todo cuerpos sin vida.
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La sacudida fue tan fuerte que se sintió hasta en Estambul y Atenas. Además, provocó un minitsunami que inundó las calles de Seferihisar, ciudad turca situada cerca del epicentro, y barrió las costas de Samos.
Ante esta catástrofe, Turquía y Grecia dejaron sus disputas diplomáticas a un lado, y se mostraron dispuestos a ayudarse.
En Grecia dos jóvenes murieron y nueve personas resultaran heridas. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, viajará el sábado por la tarde a Samos, donde la situación "es extremadamente difícil", según Protección Civil.
La costa egea turca, densamente poblada, fue la más afectada. En Turquía, 37 personas fallecieron y 900 resultaron heridas, según la Gestión de Emergencias y Desastres (AFAD).
- Cerca de 500 temblores -
Desde el terremoto, un centenar de personas fueron rescatadas vivas de entre los escombros, indicó el sábado el ministro turco de Medioambiente, Murat Kurum. Dos mujeres fueron salvadas 17 horas después del temblor, según el gobierno.
En Bayrakli, distrito que cuenta con unos 300.000 habitantes, las autoridades instalaron tiendas para que las familias pudieran pasar la noche.
Nermin Yeni, de 56 años, se encontraba en su casa cocinando cuando la tierra tembló. "Me precipité al exterior, y después me derrumbé", relata, delante de la tienda en la que ha pasado la noche.
Otros, con menos suerte, durmieron en sacos de dormir sobre un césped, y algunos en sus coches.
En el barrio, los rescatistas reclamaban a veces silencio, con la esperanza de oír a posibles supervivientes, antes de continuar su búsqueda.
Muchos residentes, cuyas viviendas resistieron al temblor decidieron igualmente quedarse fuera. El miedo a las réplicas es enorme: desde el sismo principal el viernes, la tierra tembló cerca de 500 veces, según las autoridades.
Más de 6.000 efectivos de rescate fueron movilizados en la región afectada, según la presidencia turca.
- Minitsunami -
En la isla griega de Samos, la zona más afectada en Grecia, el terremoto llegó a causar un minitsunami. El nivel del mar se elevó a 40 cm sobre las carreteras del puerto de Vathy, provocando importantes daños en comercios.
La iglesia de la pintoresca aldea de pescadores de Phytagorio se derrumbó parcialmente. Y en la capital de la isla, Vathy, una joven de 15 años y su amigo de 17 fallecieron cuando se les cayó encima un muro.
"Lo más negro ha sido la pérdida de estos dos chicos" se lamentó el alcalde de la ciudad, Yorgos Stantzos. "Teníamos la pandemia y ahora el sismo", añadió.
"Toda Grecia está de luto", aseguró el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que hizo un paréntesis en su tensa relación con Turquía y llamó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para expresarle su apoyo.
"El Estado está presente con todos sus medios", afirmó, por su lado, Erdogan, que se desplazó el sábado a Esmirna, la localidad más afectada, donde prometió que todas las casas derruidas serán reconstruidas "lo más rápido posible".
El observatorio geodinámico de Atenas registró numerosas replicas desde el viernes, la más fuerte de magnitud 4,7 a las 05H31 GMT.
Tanto Turquía como Grecia están situadas en una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
En 1999, una sacudida de magnitud 7,4 golpeó el noroeste de Turquía, causando más de 17.000 muertos, un millar de ellos en Estambul.
En Grecia, el último sismo mortal fue en julio de 2017 en la isla de Cos, cerca de Samos, y causó dos fallecidos.