Autoridades estadounidenses afirman que "no creen que haya sobrevivientes" del accidente aéreo de Washington
El accidente aéreo entre un avión de pasajeros de una subsidiaria de American Airlines y un helicóptero militar, que se presentó en Washington la noche del miércoles, no tendría ningún sobreviviente, según recientes informaciones de las autoridades estadounidenses.
El Cuerpo de Bomberos indicó que "no creen que haya sobrevivientes" del accidente.
Con base en datos de las autoridades en la zona, medios locales han indicado que ya han sido hallados cerca de 30 cuerpos sin vida.
Los cuerpos han sido hallados en el río Potomac de Washington, de aguas oscuras y heladas, sobre el que se desplomaron los dos aparatos tras su colisión en el aire.
En al avión viajaban 64 personas, 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación mientras que en el helicóptero se movilizaban tres soldados. Los rescatistas han trabajado en las últimas horas para tratar de hallar supervivientes.
Se estaba llevando a cabo una gran operación de búsqueda y rescate, y los buzos eran visibles a la luz de potentes luces mientras se sumergían en el Potomac cubierto de nieve para buscar entre los restos de ambos aviones.
El jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, afirmó en una rueda de prensa que los equipos de emergencia, que suman unas 300 personas, estaban trabajando en condiciones "extremadamente duras" y dieron pocas señales de que vayan a encontrar a alguien con vida.
"Vamos a estar allí tanto tiempo como sea necesario", indicó, entre tanto, a los periodistas la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
La agencia de patinaje artístico estadounidense informó de que varios atletas, entrenadores y funcionarios se encontraban a bordo del avión.
De la misma manera, funcionarios en Moscú confirmaron que en el avión viajaba la pareja rusa formada por Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, que ganó el título mundial de parejas en 1994.
"Lamentablemente, vemos que estos tristes informes se están confirmando. Conciudadanos nuestros estaban allí", indicó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El avión operado por una filial de American Airlines se aproximaba al Aeropuerto Nacional Reagan alrededor de las 21:00 (hora local) después de volar desde Wichita, Kansas, cuando se produjo la colisión.
Ejército estadounidense indicó que el helicóptero involucrado era un Black Hawk que transportaba a tres soldados en un "vuelo de entrenamiento".
Ari Schulman, un testigo que conducía de regreso a casa, relató que vio en el cielo como "una corriente de chispas" sobre su cabeza.
"Inicialmente vi el avión y parecía estar bien, normal. Estaba a punto de dirigirse hacia tierra", dijo a CNN. "Tres segundos después, y en ese momento estaba completamente inclinado hacia la derecha. Pude ver la parte de abajo, estaba iluminada de un amarillo muy brillante, y había un hilo de chispas debajo", agregó Schulman.
El presidente Donald Trump afirmó en un comunicado oficial que había sido "completamente informado", y agregó que, en cuanto a las víctimas, "que Dios bendiga sus almas".
Trump también recurrió a las redes sociales para criticar al control del tráfico aéreo.
"El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto. El helicóptero iba directo hacia el avión durante un período prolongado de tiempo. Era una noche clara, las luces del avión estaban encendidas. ¿Por qué el helicóptero no subió ni bajó ni giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. Esto no es bueno”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.
La Administración Federal de Aviación ordenó la puesta a tierra de todos los aviones en el Reagan National y el aeropuerto no reabrirá hasta las 11:00 a.m. de este jueves.
El director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, emitió un comunicado en video en el que expresó su "profundo pesar" por lo sucedido. “Es un día difícil para todos nosotros”, manifestó.
“Estamos en contacto con las autoridades y colaborando en las tareas de respuesta a la emergencia”, indicó.
No estaba claro cómo un avión de pasajeros con tecnología moderna para evitar colisiones y controladores de tráfico cercanos pudo colisionar con un avión militar sobre la capital del país.
El mismo aeropuerto fue escenario de un accidente mortal en enero de 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida, un Boeing 737, despegó, pero rápidamente se desplomó, impactó contra el puente de la calle 14 y atravesó el hielo hasta el río Potomac. Entonces 78 personas murieron.
Los investigadores concluyeron que el piloto no había activado suficientes procedimientos de deshielo.
El último gran accidente aéreo mortal en Estados Unidos fue en 2009, cuando el vuelo 3407 de Continental que iba de Nueva Jersey a Buffalo, Nueva York, se estrelló y murieron las 49 personas que iban a bordo.