Bernardo Arévalo: el hijo de un expresidente reformista que promete seguir sus pasos como nuevo mandatario de Guatemala
Bernardo Arévalo se convirtió este domingo 20 de agosto en el presidente electo de Guatemala al vencer con el 59% de los votos a la ex primera dama Sandra Torres, quien logró el 35% de los sufragios.
El sociólogo Bernardo Arévalo es hijo del presidente Juan José Arévalo (1945-1951), quien dejó huella en el país.
Guatemala "necesita honradez y decencia para hacer que venga el desarrollo", dijo el candidato un día después de dar la sorpresa en la primera vuelta electoral, el 25 de junio.
Sobre sus espaldas recae el legado de su padre, primer presidente democrático del país tras décadas de dictaduras, que puso fin a los 13 años de poder de Jorge Ubico, un admirador de Hitler que sometió a trabajo forzado a los indígenas mayas.
Nació en Montevideo, Uruguay, en 1958 debido al exilio de su padre luego de que fuera derrocado en 1954 Jacobo Árbenz, heredero del gobierno de Arévalo.
Fue una década en la que se creó el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, se dio autonomía a la estatal Universidad de San Carlos y las municipalidades, y se permitió votar a las mujeres y analfabetos.
Además, en esa década se construyó un puerto en el Caribe y otro en el Pacífico, también una carretera para unir la capital con el Atlántico y competir con el ferrocarril de la poderosa United Fruit Company, que junto con una reforma agraria que afectaba los intereses de la empresa estadounidense fueron los detonantes para truncar la evolución.
Bernardo Arévalo, de 64 años, está casado con la médica Lucrecia Peinado y vivió en Venezuela, México y Chile antes de llegar a Guatemala a los 15 años.
Estudió sociología en Israel, fue vicecanciller en 1994-1995 y embajador en España entre 1995 y 1996, durante el gobierno del fallecido presidente Ramiro de León Carpio.
Aspiró a la Presidencia de Guatemala por el partido Semilla y prometió seguir los pasos de su padre para sacar de la pobreza al 60% de los 17,6 millones de guatemaltecos.
"Yo no soy mi padre, pero recorro el mismo camino", declaró al cerrar su campaña en la plaza central de la capital.
Arévalo dice que no legalizará el aborto, ahora permitido solo cuando está en peligro la vida de la mujer, ni el matrimonio igualitario, pero asegura que no permitirá la discriminación ni estigmatización por género ni religión.