¿Qué esta pasando con la salud mental de los más jóvenes?
Alrededor de 166 millones de niños y adolescentes en todo el mundo tienen algún trastorno de salud mental. Es decir, el 14% de las personas entre 10 y 19 años de edad sufren de condiciones como la depresión, la ansiedad, la anorexia, entre otros.
El deterioro de la salud mental de los más chicos se ha estado documentando durante años. Y contribuyen una diversidad de factores que van desde el abuso en línea o “cyber-bullying” hasta la discriminación.
Pero la COVID-19 empeoró la situación. Pues aisló a los jóvenes en una etapa de sus vidas en la que interactuar con otros es crítico para su desarrollo. Además, muchos perdieron acceso a la educación, enfrentaron hambre o vieron a sus familiares morir. Así, en países como Estados Unidos o Francia, por ejemplo, el número de jóvenes con ansiedad o depresión se duplicó después de la pandemia.
Y no solo eso: también han aumentado los casos de suicidio, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte para este grupo de la población. Cada 11 minutos, un adolescente se quita la vida.
Muchos culpan a las redes sociales. Una variedad de estudios han vinculado el uso excesivo de estas plataformas al desarrollo de sentimientos depresivos, de ansiedad, de aislamiento y de desesperanza.
Tanto los expertos, como los mismos adolescentes, dicen que la llamada “cultura de la comparación” puede ser particularmente dañina. Pues los usuarios que ya están ansiosos por encajar socialmente o que tienen problemas de autoestima se comparan constantemente con las vidas aparentemente perfectas que se muestran en las redes sociales, aumentando sus sentimientos negativos.
Sin embargo, para algunos niños y adolescentes estas aplicaciones pueden ser muy útiles. “Si pensamos en jóvenes que han tenido algún tipo de aislamiento, ya sea por temas de salud o por temas geográficos, en el fondo esta herramienta sirve para poder comunicarse y poder socializar. Y podría haber un grupo central en que no hay ni mayor ni un impacto positivo o negativo”, dice la doctora Ana María Briceño.
Más que prohibir el uso de Instagram o TikTok, la experta recomienda incorporar otras actividades que sabemos contribuyen a la salud física y mental, como pasar más tiempo al aire libre, practicar deporte, dormir y comer bien, y compartir tiempo de calidad con otros jóvenes y familiares.