Prendieron las luces y el aire: Llevaron al presidente Raisi al supermercado Iraní en Caracas a punto de quiebra
Al conocerse la visita a Caracas del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, comenzó la carrera en el supermercado Megasis, al este de la capital venezolana. Pusieron globos en la entrada con los colores de la bandera iraní, pintaron carteles con ofertas de hasta 50 % e iluminaron el lugar.
Los trabajadores llenaron todos los espacios vacíos de los anaqueles con un mismo producto, uno al lado del otro; encendieron las luces y prendieron los aires acondicionados. De repente, el ambiente lúgubre, acalorado y desolado de los últimos meses cambió casi por completo.
Otra vez las cámaras de televisión estaban allí como hace dos años, día de la inauguración de la megatienda que en su punto más álgido llegó a ofrecer hasta maquinaria pesada, y centenares hacían cola a pie y en vehículos para poder entrar.
De aquello nada había quedado. Ni la maquinaria, ni las ofertas, ni la variedad de productos, ni los clientes. Megasis está vacía, con pocos productos para ofrecer y con apenas dos cajas operativas.
Nadie sabe a dónde fueron a parar los 10 millones de dólares que se invirtieron en la tienda, según dijo en su momento Delcy Rodríguez.
El chavismo como bandera aquello que se construyó en el lugar donde había funcionado la megatienda Éxito, expropiada por Chávez en un discurso de desprecio a la propiedad privada.
Los pocos productos persas que llegan a la tienda se mezclan con productos nacionales, muchos desconocidos en el mercado, para cubrir un espacio desolado que vaticina el cierre.
Luego que Raisi abandonara el recinto, todo volvió a la normalidad.