La noche no amainó la jornada de protestas violentas contra la reforma pensional en Francia
Millones de personas han salido a las calles de distintas ciudades a protestar luego de que el Ejecutivo forzara por decreto la impopular reforma pensional propuesta por Emmanuel Macron, sin tener en cuenta el criterio y aprobación de la oposición de izquierda y de los sindicatos.
La noche del jueves no amainó la jornada de protestas violentas contra la reforma pensional en Francia y se presentaron incendios, bloqueos de carreteras, y el cierre de algunas escuelas y comercios, así como interrupciones en los servicios de trenes en la que es la novena jornada de manifestaciones masivas.
De acuerdo con el Ministerio del Interior, "un total de 1,08 millones de manifestantes marcharon en Francia, 119.000 de ellos en Paris y 3,5 millones de personas salieron en todo el país, 800.000 de ellos en la capital”.
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Asimismo, se informó que alrededor de 123 policías resultaron heridos y más de 80 personas fueron detenidas en la noche del miércoles, luego de que varios manifestantes atacaran e incendiaran varios edificios públicos.
A primera hora de este jueves, los manifestantes bloquearon el acceso por carretera a la Terminal 1 del aeropuerto Charles de Gaulle de la capital, según indicaron las autoridades.
La reforma, que busca retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa, ha causado indignación entre la clase trabajadora.
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"No podemos hacer apuestas sobre el futuro de nuestras pensiones", afirmó la primera ministra, Élisabeth Borne el pasado 16 de marzo tras el temor de no lograr los votos legislativos necesarios para la reforma, activó el artículo 49.3 de la Constitución en medio de una sesión de la Asamblea Nacional.
Ante el anuncio, los diputados de la oposición de izquierda protestaron con varios carteles con el mensaje de “64 años es no”, cantando la Marsellesa, el himno nacional, y con gritos hacia la primera ministra, obligándola a forzar su voz.
