Doce sacerdotes nicaragüenses fueron liberados y trasladados al Vaticano
Este jueves la Santa Sede informó que doce sacerdotes nicaragüenses fueron excarcelados y posteriormente enviados a Roma tras un acuerdo con el Vaticano.
En el grupo de sacerdotes, que tenían previsto llegar este jueves a Roma, no estaba el obispo Rolando Álvarez, quien fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por “traición a la patria”.
Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, le aseguró a la prensa: “puedo confirmar que se le ha pedido a la Santa Sede recibir a 12 sacerdotes de Nicaragua, recientemente excarcelados”.
Ante el acuerdo que llegó la Santa Sede, Bruni añadió que “la Santa Sede ha aceptado, serán acogidos por un funcionario de la Secretaría de Estado por la tarde y alojados en alguna de las dependencias de la Diócesis de Roma”.
En la noche del miércoles, el régimen de Nicaragua anunció por medio de un comunicado que había logrado un “acuerdo” con la Santa Sede para poder hacer el “desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 sacerdotes que, por distintas causas, fueron procesados”.
Aunque el régimen nicaragüense no especificó cuáles son los cargos por los que los sacerdotes fueron procesados, la oposición explicó que dos de los doce cumplían prisión tras haber sido condenados por delitos comunes en unos cuestionados juicios en 2022.
Otros de los doce, estaban en celdas de la Policía o bajo arresto de “casa por cárcel” en locales de la iglesia.
La relación entre la Iglesia católica y el régimen se deterioró en medio de las fuertes protestas de 2018 contra Daniel Ortega y las cuales se extendieron por al menos tres meses con bloqueos de carreteras y choques entre opositores y oficialistas, dejando como resultado más de 300 muertos, según la ONU.
El régimen nicaragüense indicó que las protestas eran un intento de golpe de Estado promovido por Washington, mientras que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, así como organismos internacionales, lo acusaron de reprimir a la oposición.
Varios religiosos han sido amenazados para que abandonen el país e incluso han sido acusados en tribunales, como Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado el 10 de febrero a 26 años y cuatro meses bajo cargos de propagación de noticias falsas y desacato, entre otros.
Un día antes, el obispo había rechazado marcharse a Estados Unidos junto a 222 opositores presos expulsados del país, tras esto fue privado de su nacionalidad nicaragüense y de sus derechos ciudadanos a perpetuidad, señalado de "traidor a la patria".