Investigan muerte de coronel que había solicitado a la Fiscalía de Colombia ser escuchado en el caso de las chuzadas
Este viernes 9 de junio, apareció sin vida el teniente coronel Óscar Darío Dávila Torres, quien había solicitado a la Fiscalía de Colombia ser escuchado en el caso de las chuzadas que salpica al Gobierno nacional.
Según los primeros informes, el cuerpo sin vida de Davila Torres fue encontrado con impacto de bala en el interior de una camioneta en la localidad de Teusaquillo (Bogotá), donde llegaron miembros del CTI de la Fiscalía para adelantar las investigaciones.
El uniformado había solicitado al ente acusador ser interrogado dentro de las pesquisas que se adelantan por los seguimientos ilegales a dos exempleadas de Laura Sarabia, exjefe del Gabinete del presidente Gustavo Petro.
En una misiva, dirigida puntualmente al fiscal Francisco Barbosa, Davila Torres había puesto a disposición de la Fiscalía su propósito de “rendir entrevista con ocasión de los hechos de público conocimiento que involucran a funcionarios de la Presidencia de la República”.
“Todo lo anterior, en concreto, tiene su génesis en las denuncias y publicaciones presentadas por la Revista Semana que tratan sobre el caso de la jefe del Despacho Presidencial Laura Sarabia, en los que presuntamente vinculan a la Jefatura para la Protección Presidencial”, detalla la misiva enviada el pasado 2 de junio.
Sobre el deceso del uniformado, el director de la Policía Nacional, el general William René Salamanca, se refirió en su cuenta de Twitter y lamentó lo sucedido.
Cabe mencionar que la Fiscalía General de Colombia informó recientemente que los teléfonos de Marelbys Meza y Fabiola Perea, extrabajadoras de la exjefa de gabinete de Gustavo Petro, habían sido interceptados ilegalmente durante 10 días.
Para acceder a estas interceptaciones, los teléfonos fueron relacionados como pertenecientes a integrantes del Clan del Golfo al servicio de uno de los líderes de este grupo criminal, según detalló el ente acusador.
Todo esto tuvo lugar luego de que la revista Semana hiciera pública una denuncia de Marelbys Meza, quien afirmó que había sido sometida a una prueba de polígrafo en un edificio adscrito a la Presidencia de la República por un millonario robo en la casa de Sarabia.