“Sombrero de Pizarro no puede volverse un símbolo de la nación”: Carlos Alonso Lucio, exguerrillero del M-19
Tanto víctimas, sectores de oposición e incluso algunos exintegrantes del grupo guerrillero que firmó la paz con el gobierno del presidente Virgilio Barco en 1990 han rechazado dicho reconocimiento.
Carlos Alonso Lucio excompañero de armas y amigo durante varios años de Pizarro LeonGómez, asegura que "esa exaltación pública podría significar una distorsión a la memoria histórica del país y un irrespeto incluso con las víctimas".
Las autoridades de Colombia responsabilizaron años atrás a la guerrilla del M-19 de asaltos a poblaciones, secuestros, de la masacre de Tacueyó en Cauca y la toma al palacio de justicia el 6 de noviembre de 1985.
El excandidato presidencial Enrique Gómez Martínez, quien aún recuerda el secuestro de su tío Álvaro Gómez Hurtado, uno de los más influyentes dirigentes políticos de Colombia en manos del M-19, también manifestó su malestar y aseguró que ese gesto lo único que “pretende es exaltar a la subversión y reescribir la historia a su favor”.
El 29 de mayo de 1988 el entonces dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado fue privado de su libertad en un restaurante de la ciudad de Bogotá, luego de ser abordado por dos guerrilleros del M-19, luego de permanecer más de 50 días en cautiverio, dicha organización subversiva exigió el inicio de los primeros acercamientos con el gobierno nacional.
A diferencia de varios de los sectores de oposición que critican el acto público del presidente Petro en el que fue exaltado el sombrero que hace memoria al máximo líder del M-19 y también viejo compañero de armas, su hija María José Pizarro, senadora de la coalición pacto histórico celebró el acto conmemorativo organizado por el gobierno Petro.
“Nosotras sus hijas e hijo recibimos esa declaración con orgullo. Llevo más de dos décadas recuperando su memoria, luchando contra la impunidad y reivindicando su figura como un símbolo de paz para Colombia”, dijo.
Carlos Pizarro Leongómez, el máximo jefe del M-19 quien depuso las armas el 8 de marzo de 1990, fue asesinado el 26 de abril de 1990 un mes y medio después de haberse reincorporado a la sociedad civil y de haberse convertido en candidato presidencial.