“Nos cambió la vida porque fuimos a una guerra que no era de nosotros”, colombiana reclutada a la fuerza por las FARC
Flor Ramírez recién cumplió 46 años y aunque ya ha pasado tiempo desde que por segunda vez se voló de las FARC, aún no logra liberarse del yugo de su enemigo, que a donde se traslada le sigue “respirando en la nuca” no sólo, por las constantes amenazas que la rondan desde que se atrevió a denunciar a las autoridades colombianas sino por esos aterradores recuerdos de los vejámenes a los que estuvo sometida.
Tenía 10 años cuando en compañía de sus hermanos de 14 años y 9 años, fue arrebatada de su hogar, ubicado en un corregimiento cercano a Tame, Arauca.
Estando ya en el campamento, fueron obligados a uniformarse, a cargar un fusil, a cocinarles y lavarles la ropa a los cabecillas guerrilleros del frente décimo de las extintas FARC. Las niñas, Flor y su hermana mayor, fueron víctimas de agresiones sexuales y tratos crueles. Sin embargo, pese a su corta edad y en medio de los peligros de la selva, sus hermanos emprendieron la huida, ella tuvo que esperar unos meses más para encontrar el momento exacto para poder acariciar la libertad.
Años después siendo madre de una pequeña de 5 años, Flor Ramírez se fue a buscar trabajo en el departamento de Vichada. Nunca imaginó que la pesadilla de años atrás se fuera a repetir, fue interceptada por unos hombres armados que le negaron la posibilidad de seguir criando a su hija y fue así como terminó de nuevo en las filas de las FARC, esta vez en el frente 16. Años han pasado desde que esta mujer colombiana ha sacado valor, no solamente para huir de una guerra que no buscó, también de denunciar a sus agresores y de que se haga justicia.
El 30 de diciembre de 2021 su caso fue acreditado en la Jurisdicción especial para la paz, sistema que surgió tras los diálogos del expresidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC en agosto de 2016. Ya ha pasado tiempo desde entonces y Flor aún espera que ella junto con otras 3.764 víctimas de reclutamiento forzado acreditadas en el macro caso número 07 reciban verdad, justicia y reparación.
¿Cómo va el caso 07?
En el programa ‘La Noche’, desde algún lugar de Colombia, la víctima de reclutamiento forzado señaló que no se explica aún como los responsables de esos actos crueles no se han atrevido a contar la verdad.
“Nosotros sí hemos ido a contar a la verdad, ellos no se sometieron a una justicia, verdad, reparación y no repetición, solamente están sentados allá como reyes ganándose su buena plata, exhibiéndose por donde quieran, burlándose de las víctimas, no reconociendo nada de los casos atroces que nos hicieron porque no va a ver justicia, porque no van a poder ir a contar todo el daño que nos hicieron”.
Cuando ya se cumplen dos años de haber presentado su caso ante la Jurisdicción Especial para la paz, Flor cuestionó la recusación contra la magistrada que lleva el caso 07, Lily Rueda, interpuesta por la defensa de una de las exintegrantes del entonces grupo criminal, Victoria Sandino.
“Es muy degradante como víctima uno ir a contar todo, y todas las atrocidades que nos hicieron a nosotros, que nos vulneraron los derechos nos violaron, nos maltrataron, nos humillaron, todo lo que nos hicieron allá dentro de los campamentos de las FARC, ella como Comandante no quiere ir a la justicia de la JEP con la magistrada Lily Rueda, ¿Por qué? , ¿ Porque ella solamente necesita magistrados de su amaño, porque todo lo quieren al acomodo de ellos, de que ellos no vayan a salir juzgados ¿Por qué nosotros si pudimos hablar y no nos dio miedo hablar en la cara de ellos? ¿Por qué nosotros si podemos enfrentarlos? ¿Por qué ellos no pueden enfrentar al pueblo colombiano y decir la verdad?
Aunque la recusación interpuesta por la defensa de Sandino sirvió para aplazar por tercera versión la versión que debe presentar ante la JEP, este 3 de octubre, la sala de reconocimiento rechazó dicha acción legal.