“No es aceptable callar ante la dictadura familiar de Ortega y Murillo”: Gabriel Boric condenó persecución política en Nicaragua
Durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana que se lleva a cabo en República Dominicana, el presidente de Chile, Gabriel Boric, se refirió a la persecución política que ha emprendido el régimen Ortega-Murillo contra los opositores nicaragüenses.
El mandatario chileno señaló que no se puede callar ante la dictadura de Nicaragua y la privación de la nacionalidad a los opositores nicaragüenses.
“No es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y Murillo en Nicaragua que acaba de privar de la nacionalidad a 94 opositores y deportar a más de 200 presos políticos”, expresó el jefe de Estado.
Boric también destacó: “lo hemos dicho antes, pero bien vale recordar que pareciera no saber Ortega que la patria se lleva en el alma y en la sangre, y no se quita por decreto”.
El presidente criticó el destierro de los más de 200 presos políticos nicaragüenses por parte del régimen de Daniel Ortega, asegurando que los problemas de la democracia “se solucionan con más democracia y nunca con menos”.
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Boric hizo una reflexión durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana sobre las diferencias políticas y la democracia dentro de la región, en donde todos “compartimos a la vez valores comunes y uno de los principales valores comunes que compartimos con la gran mayoría de los aquí presentes es que fuera de la democracia no hay libertad ni dignidad posible”.
“Esto lo sabemos muy bien en Chile, en un año en que -como saben- conmemoramos 50 años del golpe de Estado que derrocó al Gobierno democrático y constitucional del presidente Salvador Allende e instauró un régimen de terror, de muerte, de exilio y de pobreza”, agregó el mandatario chileno.
Las palabras de Gabriel Boric contra el régimen de Ortega llegan meses después de que la dictadura de Nicaragua desterró a más de 200 presos políticos el pasado 9 de febrero, quienes fueron trasladados al aeropuerto internacional de Managua y posteriormente desterrados en un avión a Washington DC, Estados Unidos.
Tras ello, el régimen Ortega-Murillo también ordenó quitarle la nacionalidad y confiscando los bienes de 94 opositores nicaragüenses entre los que se encuentran sacerdotes, periodistas y exiliados.