Esta guerrilla se siente con plena autorización para delinquir, bajo el pretexto de subsistir; ahora el Gobierno nacional busca afanosamente financiarlos. Días antes se atrevieron a corregir públicamente al presidente Petro (en un hecho lamentable) e inauguraron obras públicas como cualquier actor estatal. Se burlan del país.
El gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido débil frente a los grupos armados ilegales en Colombia y por eso, ellos imponen el ritmo de las negociaciones de paz, junto a concesiones absurdas, como financiarlos para que dejen de delinquir.
Tras pactar el cese al fuego bilateral que se hará efectivo desde el mes de agosto, la guerrilla dejó claro que esto no incluye abandonar el secuestro, extorsiones o cobros de lo que ellos denominan “impuestos”, entre otros, ya que esto hace parte de su financiamiento, lo anunciaron con tal nivel de cinismo, que parecían una “empresa” que realizaba actividades lícitas y que estaban en algún proceso de reorganización o se habían acogido tal vez al Capítulo 11 de los Estados Unidos, mejor dicho, pasaron de ser un temido grupo al margen de la ley a convertirse en una prestigiosa firma: ¿ELN S.A.S.? ¿ELN S.A.? ¿ELN Grupo Inversionista? ¡El colmo! fue tan vergonzoso eso, que múltiples sectores del país lo descalificaron vehementemente.
Pero lo peor estaba por venir y provino del mismo gobierno. Se explora seriamente la posibilidad de subsidiar al ELN para que dejen de delinquir. Sí, leyeron bien, se les pagaría para que abandonen temporalmente y sin mayor compromiso las actividades criminales anteriormente descritas. Un incentivo perverso. Producto de esto, la guerrilla y cualquier otro grupo o estructura criminal que quiera acogerse a un acuerdo de paz exigirá mínimo que los financiemos.
Francisco Barbosa, fiscal general de la Nación, se refirió al tema desde la Asamblea de Asobancaria, calificándolo como una “vacuna pública” a los colombianos.
Con el fondo internacional multidonante, se financiaría a la guerrilla del ELN. Mientras esto ocurre, el Gobierno nacional aprieta con dureza a los sectores productivos del país, incrementa mensualmente el valor de la gasolina y retira los subsidios de energía. ¡El mundo al revés!
Pese al comunicado de prensa, insulso por demás, y las declaraciones del presidente Gustavo Petro, en las cuales se dice que esto no ha sido acordado aún en la mesa de negociación, sí queda en evidencia la intención de llevarlo a cabo.
Mientras esto se discute, las burlas y las actividades desafiantes se mantienen por parte de esta guerrilla. Videos publicados recientemente en varios medios de comunicación y que también han circulado por redes sociales, dejan ver al ELN y a las Disidencias de las FARC, en las zonas de Tibú y Catatumbo, Norte de Santander, inaugurando obras públicas frente a la comunidad, fungiendo como autoridades estatales. Esto resulta ser muy grave y deja en evidencia que el Estado no ejerce control pleno en todo el territorio nacional.
Como si esto fuera poco, en episodios recientes, el ELN ha corregido públicamente al presidente Gustavo Petro, recreando un escenario lamentable para la democracia de nuestro país. La última tuvo lugar en la Habana, Cuba, cuando el primer mandatario en su afán de figurar y obtener la foto anunció al país que el final del conflicto se daría en mayo de 2025. Posterior, alias Antonio García, vocero de esta guerrilla, salió a desmentir dicha afirmación, aduciendo que el Gobierno se equivocó y que para esa fecha solo se estaría cumpliendo parte de la agenda, pero no el fin del conflicto armado.
No siendo esto suficiente, el ELN también ha cuestionado al presidente y su gobierno, descalificando las recientes marchas que se convocaron a favor de las reformas que cursan en el Legislativo, la permanencia de varios miembros en el gabinete e incluso, el incumplimiento en la agenda del “cambio”. Todo esto, como si ya fueran actores que se reincorporaron a la vida civil, pero no, lo hacen sin abandonar las armas.
Danilo Rueda, alto comisionado de paz, ha sido altamente ineficiente en su cargo y debe irse. Su permanencia les hace enorme daño a los procesos de paz adelantados por el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Aún se recuerda el episodio en el cual, con el mayor cinismo, Rueda, resaltó la “responsabilidad” del ELN tras atribuirse un atentado terrorista perpetrado en Tibú, Norte de Santander. Se burló de todo un país y fue indolente con las víctimas del conflicto armado. Esperábamos un contundente rechazo por parte del Gobierno nacional, lo cual, claramente no ocurrió.
Y así, se podrían seguir enumerando los múltiples incumplimientos del ELN con las negociaciones de paz. El Gobierno nacional debe imponer unos mínimos para avanzar y a su vez, combatir a estos grupos que se mantienen al margen de la ley. Hoy en cambio se busca afanosamente financiarlos.
Cápsula 1: Se realizó esta semana y por primera vez, un importante evento público en la Universidad Militar Nueva Granada, de Colombia, con ocasión a la elección del nuevo rector. Se presentaron los tres candidatos y se abrió la posibilidad de preguntarles sobre sus programas de trabajo, a través de un formulario que circuló con anterioridad. Participaron la comunidad académica, administrativos y otros interesados. El rector será elegido por el Consejo Superior Universitario, compuesto por once integrantes, el próximo martes 20 de junio a las 4 pm.
¡Felicitamos a la institución educativa por esta buena iniciativa!
Cápsula 2: Es difícil de creer que alguien se suicide por temor a que lo van a matar. Por eso, la muerte del Coronel Óscar Dávila sigue siendo un misterio y generando ruido alrededor del Gobierno nacional. Ahora los 50 millones de pesos que pagó el día anterior a su muerte, para que el abogado Miguel Ángel del Rio lo defendiera, dejan más dudas que certezas. Esperamos los resultados de la investigación anunciados por la Fiscalía General de la Nación para esta semana. El país no aguanta más escándalos.
