Los dilemas éticos y jurídicos que plantea la creación de contenido artístico con inteligencia artificial
Recientemente la canción Heart on My Sleeve, interpretada por los famosos Drake y The Weeknd se hizo viral en Internet en tan solo horas. El problema es que los artistas nunca cantaron ese tema.
Un usuario anónimo utilizó la inteligencia artificial para replicar las voces de los cantantes. Luego publicó la canción en Spotify y ganó casi 2.000 dólares por las reproducciones de la canción en cuestión de tres días.
La discográfica que representa a los artistas intervino rápidamente y obligó a todas las plataformas a eliminar la canción por completo. Pues una persona desconocida estaba haciendo dinero, copiando el talento de otros sin autorización.
Y este no es un caso único. También se han publicado otras cosas como una imitación de la voz de Rihanna cantando una canción de Beyonce.
Existen leyes de propiedad intelectual que protegen las creaciones de los artistas. Pero estas no cubren, por ejemplo, la voz o el estilo de un cantante. Entonces: ¿son estas canciones creadas con la inteligencia artificial ilegales? ¿Implican realmente un robo a los artistas? Son algunas de las preguntas que muchos intentan descifrar:
Pero obtener los permisos de los artistas no es el único problema a considerar. También hay otro tipo de inconvenientes:
- ¿Se le debe pagar a los artistas cuyo contenido sea utilizado por los algoritmos?
- ¿Quién es el dueño de los contenidos creados enteramente por inteligencia artificial?
- ¿Cuál es el futuro de los artistas si una computadora puede crear música exitosa?
Esta batalla legal recién comienza y determinará el rumbo de la música y el arte que disfrutemos en un futuro muy cercano.